Es mi hermana que está sola, es ella que está un poco loca. Se sentó en una esquina y empezó a fumar, uno tras uno. Hasta que llegó un tipo, y le dijo "ya basta, te destruyes a ti misma".
-Realmente no me importa. -Dijo mi hermana.
-Vale. -Se quedó mudo el chico.
Mi hermana es una chica que le encanta estar metida en problemas, supongo que así es su modo de vivir, y así eso, la hace feliz. En ese momento no dudó preguntar quien era aquél que la había privado de su vicio.
-Jesús. -Respondió aquél.
-Norma. -Dijo ella prendiendo otro tabaco.
Hablaron esa tarde muchisímo, ella le contó la razón del porque tan freneticamente estaba consumiendose así misma. Él calló, se quedó pensando, y empezó a hablar de sus propias experencias en la vida.
-Eres más pequeño que yo, no entiendo nada. -Respondió Norma.
-Es porque tu ya vives en otro mundo. -Razonó el chico.
Norma le contó acerca sobre su antigua relación y los por qué de sus errores. Él la miraba atentamente a los ojos, ella se inmutaba un poco entonces sacaba más su cigarrillo para alejar esa mirada. El tipo era alto, moreno, y nada atractivo. Norma solo necesitaba ser escuchada. Así que seguía hablando.
-Pienso yo, que deberíamos conocernos más a fondo. Tú sabes... pues yo estoy solo, y también necesito una chica, y tu eres alguien especial, lo veo en tu mirada.
Ella rapidamente volteo y prendió otro cigarrillo, fumó y sacó el humo.
-No, la verdad no me gustas, y ya tengo a alguien a quien mirar. -Fue una respuesta fría y bastante descortés, para ese que la había escuchado hablar.
-Bueno tan solo déjame besarte. -Dijo él.
-No, debo de irme. Adiós. -A Norma se le nubló la vista... y aún así seguía caminando. Tenía miedo, y ese frenesí por aquél que sin conocerla le dijo que la quería.
Cuando llegó a casa fue a verme, subió a mi habitación mientras yo estaba junto con mi novia.
-¿Norma estás bien? -Dijo mi novia -muy linda por cierto- al verla tan pálida.
-No, realmente todo da vueltas. Adrian... ve por mi medicina. -Sollozaba...
Corrí hacia su habitación mientras mi chica la sostenía en sus brazos.
-Ten, ya deja de fumar, te haces mal. -Dije enojado.
-Lo siento, pero esto me salvó de un mal infortunio. -Dijo incorporandose.
-Ahora sé lo que sienten los chicos a los que me les acerco, y les pido una cita. -Dijo riendose...
-Tonta, ¿pero de qué demonios hablas? -Abrazé a mi novia.
-Ese chico, el moreno, el que vive en la calle de la tienda de doña Refugio, me pidio salir con él, cuando no sabía ni mi nombre. Me da miedo. -Dijo ella carcajeandose.
-¿Pero... es muy buen chico? ¿Por qué debió fijarse en tí? -La miraba a los ojos.
-Por que soy diferente a su mundo. -Y se desvaneció mi hermana, aquella había muerto.
En memoria a mi tía Norma, que hoy murió.
Descanse en paz vuestra tía Norma
ResponderEliminarEl cuento me hizo bolas, la verdad no entendi que onda, pero bueno, al menos tu tía ya esta en un lugar mejor. QEPD
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