sábado, 11 de enero de 2014

Puntos de vista (ocho de diez)

8.-No creo en los desapegos. El ocho era nuestro número, según tus paranoias. El día de hoy voy a decir que lo más importante que me pudo haber sucedido en un 26 de mayo, y dos más seis son ocho, fue haber conocido al quien fue mi más fiel compañero, tú, mi querido pez, Aquaman.

El día de hoy, mi hermano me dijo "Betsie, tienes que ver la pecera" y yo le conteste con un "no me molestes". Sabía a lo que se refería, sabía que Aquaman ya había muerto. A veces es mejor mostrarse molesto o enojado respecto a situaciones que no entendemos, es como una falsa armadura la cual nos proteje, es por eso que mi subconsciente sueña con mentarte la madre.

Yo trabajé el desapego una noche en la que soñé con que Aquaman moría, me dolió tanto que lloré. Y desde ese día comencé como alejarme más de mi pez, tal vez obré mal, ya que en sus últimos días, y sí, sabía que estaba en la recta final. Ya no le ponía mucha atención... pero una parte de mi corazón dolía por el hecho de saber que moriría y que hiciera lo que hiciera no podría salvarlo.

No soy de esas personas que se abstiene a comer carne porque cree en el sufrimiento de los animales, sin embargo, el día de hoy no quise comer atún. En verdad, sentí la perdida de mi querido pez, mi único amigo de origen animal, aunque no es como un perro o como un gato con el que puedes "jugar o sacar a pasear". A mí eso no me importaba, cuando me sentía triste creía en que cuando le cambiaba el agua a Aquaman todo se renovaría y como por arte de magia, aquel pequeño pececito beta nadaba felizmente persiguiendo mi intrepido dedo. Había días en donde le cantaba, o donde le contaba como me sentía... era un pez muy atento y listo. Al menos eso me parecía.

Creo que el también emprendió el desapego conmigo. Cuando le daba de comer ya no se emocionaba, cuando intentaba jugar con él ya no quería, e incluso cuando le cambiaba el agua se iba hasta el fondo, como cuando me deprimo.

Aquaman era la analogía respecto a mi estado de animo, es por eso que era tan especial, es especial, es el mejor pez de todos. Porque era mío, y no cualquiera puede ser participe en mi vida. No, no. Aquaman te enterré junto a Tacuba para que no te sientas solo. No lloré, porque prometí que no lo haría en buen rato, y es que a pesar de mi tristeza la vida tiene que seguir, no me puedo detener, y tu me enseñaste eso con tu muerte...

No creo en los desapegos, porque de todas formas se siente. Intenté hacerlo también contigo, y no me funcionó, me enamoré más de ti, y murió, como murió Aquaman. Sólo que el quedó en mis terrenos, en mis dominios, y en mis recuerdos...

Gracias Aquaman, por estar en mis crisis, por aguantarme como dueña, por ser fiel a mis sonrisas... por soportar mi escandalosa vida... moriste con honor, moriste con valor, y moriste con amor...