martes, 24 de julio de 2018

Sobre los que gustamos de la verdad

La verdad es que no me gustó darme cuenta a través de una fotografía que me siento tan inferior junto a ti.

Es tan de mí endiosar a las personas, darles súper poderes que tal vez no tengan, y atribuirles cierta serie de virtudes con las que yo jamás podré lidiar porque no creo ser merecedora de tanta grandeza.

Y luego, cuando esto se acaba, digo, que no, que no es cierto, que yo era demasiado cool para soportar esas cosas.

Segunda verdad del día, jamás estoy conforme con nada.

Me gustaría tener el valor suficiente de enfrentarme y hacer lo que tenga que hacer para ser mejor. Ya saben, bajar de peso, tener disciplina en mi vida, un empleo, varios premios, y la maestría asegurada. También irme de donde mi viejo, porque tanto él como yo, ya nos tenemos hartos. Suena sencillo, amigos. Así es.

Puede que lo sea, pero no lo sé, intentarlo me da muchas veces indiferencia y otras tristeza.

Después estás tú.

Llegas, y mueves la perspectiva de vida que medio tenía, déjame contarte que hace unos cuantos años era mucho más responsable y seria con mi vida. Me pregunto si esa versión de mí te hubiera enamorado instantáneamente y jamás me hubieras dejado ir, pero esas son cavilaciones de una torpe insegura con tendencias a reafirmarse a través de un hombre. ¿Por qué? Porque está bien pinche vacía. Y porque se crea sus problemas para sentir que tiene algo especial.

Mira no más, y justo como siempre, "es falta de chancleta".

Carajo, sólo quiero a alguien que no le de vergüenza decirle, ella me gusta, y la quiero, y lo muestro porque me da igual lo demás. Pero no. Hasta eso es egoísta.

No sé cuanto pueda seguir así, sintiéndome tan chiquita, tan poca cosa. Porque es feo, es feo que a cualquier actitud de desacato tú me reiteres que esto no va a funcionar de manera seria. Y cada vez, las ganas de quererlo se me van.

¿Cómo puedo estar con alguien que no me quiere tal cuál?

¿Qué tengo de malo?

No es justo, cada sujeto que conozco siempre quiere cambiar algún aspecto mío. Yo sé que tengo unos defectos que de verdad están bien cabrones. Pero no soy tan mal partido ¿o si?

Así que es otra noche llorando frente a la PC porque quiero decirte muchas cosas, pero prefiero no hacerlo porque sé que la respuesta será que lo mejor es que me aparte de ti, porque ni siquiera valgo la pena charlar las cosas.

lunes, 9 de julio de 2018

Sobre doramas

Pues bueno, acabo de terminar de ver un dorama, para el que no sabe, un dorama, es una telenovela de origen asiático.

Ahora repitan muchas veces la palabra dorama, y se darán cuenta de que dicen drama, y esto es porque los taka taka pronuncian raro las fricativas. El caso es que como en cualquier telenovela por cómica o romántica que sea, no puede faltar el factor del drama.

Desde que tengo como once o doce veo un montón de éstos, el primero que vi se llama "Todo sobre Eva", lo pasaban en la televisora del estado donde radico, el canal SICOM, que ahora no tengo idea de como se llama. El caso es que tengo más de diez años alimentando mis gustos televisivos con puros ojos de alcancía. Y no sólo yo he sido víctima de los doramas, también mis hermanos, mi mamá, mi abuela, mi tía, mis primas, no señores, mi papá se vió un dorama y le gustó.

El más reciente que vi se llama Itazura Na Kiss (Beso travieso), el cual tiene como mil versiones, y estoy segura que ya había visto la historia o maybe sea parecido a otros que con anterioridad ya había visto. El caso es que por primera vez estuve analizando el contexto, y no como antes que sólo me emocionaba con la historia y los personajes. Puedo decir que mi personalidad irritante intelectualoide con tintes de feminista salió a flote con este dramita.

Y pues me di cuenta de muchas cosas en las cuales la cago.

¿No les pasa que se sienten súper identificados con algún personaje de alguna serie, anime, caricatura, telenovela, película y cosa visual que les caiga en sus manos? Pues sí, siempre pasa, pero jamás me sentí tan triste y tan patética de parecerme a alguien o sentir que me parezco a eso. No es que nuestra heroína sea tan mal personaje, de hecho está muy bien estructurado. Pero me hizo recordar la razón por la cual papá me dice que me pongo de nalgas para que me den una patada.

Kotoko está enamorada de Naoki, pero Naoki no tanto, al final cuando se casan él le dice que lo conquistó. (WTF?)

Puede que el final sea lindo, con una boda y los papás y amigos súper felices de que al fin se hayan dado cuenta del amor. Pero mientras, a la pobre Kotoko le tocan los chingadazos.

Para empezar, su propio padre la describe como una chica simpática pero no tan bonita, con gracia pero nada inteligente, sin ningún don, una inútil de buen corazón, porque la pobre ni cocinar puede. Cosa que medio me encabronó, porque termina en la facultad de letras, y sí, lo admito todo el tiempo siento que lo que escribo es pura basura, pero no por eso eres una completa inútil, y pues bueh, proseguí viendo el dorama como buena televidente.

Después por azares del destino, terminan viviendo con la familia del desagradable ese de Naoki, y la mamá de éste, la quiere como nuera, el caso es que la anima a seguir soportando las patanidades de su hijo. Cosa que también me encabronó, porque no está chido que te traten como alguien invisible o como si fueras poca cosa. Al único que medio le llama la atención es a Yuki (el hijo pequeño), pero no más le dice "Yuuuuuki". Y ya.

La onda aquí es que la pinche Kotoko se deja, si, amigos se deja, y lo peor de todo es que jamás pensó en sí misma, siempre pensó en Naoki, y en lo mejor para él. Pero jamás en lo que ella quería hacer de su vida, claro como no es buena para nada, lo mejor sería casarse con el hombre de sus sueños, un frío hijo de puta.

Y lo peor mis queridos lectores, es que yo he estado en el lugar de Kotoko. He sido una boba al dejar mangonearme y pensar que soy muy poca cosa para la persona con la que ando saliendo, la entendí cuando chillaba, o cuando quería reclamar o cuando se esforzaba por ser algo que no es. Creo que ese es el mensaje que a mí me dejó, no seas como Kotoko. Aunque al final "el amor" triunfó. La vida, la vida real no es un dorama.

Está muy grueso quererse así mismo y aceptarse incluso si uno es insípido y sin ningún talento. Y pues nel, la Kotoko era bien chida, creo que su mayor virtud es ser optimista, amable y noble. Por eso la quería la mamá de Naoki, pero tampoco me pareció que sufriera tanto por ese wey ególatra. Y tampoco se vale que ninguna persona sufra tanto por otra, no está bien, ella dijo algo bien cierto, mientras más amas a alguien más lejos estás de esa persona, y no porque uno quiera, sino porque existen ciertas barreras, cosas que no quieres que la otra gente vea en ti, los defectos.

En fin.