martes, 24 de octubre de 2017

Cartas al querido señor lector (2 de 14)

Querido señor lector:

Es cierto eso que dicen que el amor también se trata de volverte un extraño. Pues eso es usted para mí. No lo conozco y fantaseo con entender cada parte de su ser. Es que ya no quiero inventarme personajes. Ya no es algo que funcione, porque cuando se salen del libreto duele tanto, la decepción lastima a tal grado que es mejor rasgar esas páginas en dónde se construyó algo.

¿No lo cree?

He redactado varias frases, me he destruido y creado varias veces el día de hoy. A veces las circunstancias ajenas a la autodeterminación nos causan ciertos conflictos. La intranquilidad se asoma, y es ahí en dónde busco refugiarme entre sus lecturas.

Lector, usted llegó de la nada, llegó cuando sentí que necesitaba un nuevo respiro. Tal vez por eso es que me aferro a que un día me quiera.

Cartas al querido señor lector (1 de 14)

Querido señor lector:

Querido señor lector, así le he puesto. Así lo nombro en mi cabeza, en mis dedos, en el papel donde le escribo, intento refugiarme en el personaje que soy, pero últimamente me he estado dando cuenta que es cansado fingir ser alguien inerte. Quisiera que diera cuenta de mi existencia. Sin embargo, también me da miedo.

Señor, vivo con muchos miedos, el principal es a la soledad. Se lo he reiterado varias veces, y no es que busque en sus atenciones la cura de este mal. Porque es algo tan interno que ni la más poderosa medicina podría sanarme. Simplemente, pasa. Cuando usted me lee, una sensación de calor se asoma dentro de mi pecho. El corazón inyecta tinta tan deprisa que ésta se riega por todos lados, dejando manchones con formas que estoy segura, usted consideraría cursis. 

A usted lo quiero. Me gusta muchísimo lo poco que me ha dejado ver sobre su forma de ser. Intento ponerle el mayor cuidado, la mejor atención del universo, intento grabarme sus palabras, no quiero perderme nada. Pues es lo más precioso que me ha sucedido en un largo tiempo.

Nadie me había atrapado como usted.

No sólo adoro su forma de ser, he de confesar que de vez en cuando miro sus fotografías, y me imagino alguna escena en donde sus ojos reposen sobre mis escritos.

He intentado agradarle más y más. Quisiera enamorarlo, quisiera que de mí sintiera más que un vago aprecio, quisiera que usted me dedicara no sólo su tiempo, sino sus emociones. Que si en dado caso el mundo se viniera abajo, usted y nadie más que usted, quisiera estar ese momento junto a mí.

Me cuesta mucho poder plasmar lo que siento, el recurso epistolar aún parece algo extraño para alguien que nació como poema. Porque sí, dese cuenta... usted para mí es el más bello verso que se pudo haber creado.

viernes, 20 de octubre de 2017

I'm forever alone


He decidido, por cuenta propia, y porque creo que es lo más fácil del mundo, y así me dejo de hacer tantos líos en la cabeza de algodón que cargo, en quedarme sola.

Sí, ya sé que lo he dicho mil veces, y que a las dos semanas ando de la mano del que creo que es el amor de mi vida en turno, pero esta vez, creo, va en serio.

La neta me va de la chingada en esos aspectos del amor y bla bla bla, escojo a cada espécimen, que ya ni llorar es bueno.

Y es que la verdad, los pobre especímenes ni la culpa tienen. Soy yo, tengo una personalidad horrible, soy voluntariosa, extraña, a veces presumida, o boba, y también me quejo mucho. Aparte soy bien drama queen. Me paso de intensa, quisiera que todo se resolviera ya, que si me quieren pues que me lo digan y listo y ya vemos que onda, si se hace algo o no, y por qué, y los malditos por qué, porque a mí sí me importa todo eso, y porque la verdad no sé que onda con el cortejo. A veces, casi siempre, más bien, todo el tiempo, soy una idiota.

Creo que pido mucho, creo que por eso alguna vez la vida me lo dio, y me dijo "no lo supiste ver, ni aprovechar, así que te lo quito, pobre ilusa". Y ya, sólo una vez sentí que todo iría bien, y que era la persona indicada y que estaríamos siempre, ja... pero que boba, boba, bobísima... porque papá tenía razón... "La novia del estudiante no es la esposa del profesionista". Y es que ese es mi pedo, dejo que el amor por alguien me entorpezca, me vuelva estúpida y no piense en algo más.

La razón principal por la que no he avanzado en mi vida, fue porque me deprimí por un muchacho, siempre es por un muchacho, bravo, bravísimo... siempre dejo que un bobo dirija mi vida, porque al parecer no tengo los suficientes pantalones para hacerlo. Pero viendo el trasfondo, no sólo es eso. Como lo repetí antes, es la soledad.

Y es hasta cierto punto defendible, -ojo, dije hasta cierto punto-. Al vivir con puros hombres y una madre disfuncional, busqué la manera de sentirme importante y apreciada por alguien más... un refugio, un pedacito de normalidad, algo que no fuera del todo caos, gritos y mentadas de madre. Ya sé, parece como si mi familia fuera la más culera del planeta, no lo es, pero si un poquito alebrestada, y fría. Ya no tanto como antes... hemos cambiado, papá ahora es amoroso y mamá... pues... es mamá en su mundo, y los hermanitos, pues son más como hermanos mayores y yo sigo siendo la disfuncional. El caso es que buscaba una persona, alguien que fuera un bastón, novio, soporte, novio, guía, novio, incondicional, novio, colchón, novio, hogar, novio, todo, novio.

Y la cagué.

No una,
ni dos,
tres putas veces.


Supongo que la mayoría de mis amigos tienen razón, debería darme un tiempo, ya saben, ese tiempo en dónde uno está consigo mismo y se ama y se reconoce y se vuelve a conocer, y esas cosas, y acepta que estar solo no tiene nada de malo y que está chido y que todo es para uno mismo. Y créanme lo he estado haciendo, intentando, lo que sea... a veces me sale cool y otras quisiera darme un tiro al darme cuenta lo mierda que llego a ser conmigo misma.

Entonces es cuando veo en una onda de reaprendizaje o retroalimentación, la serie de ligues, chicos, relaciones y anexos fallidos. Y doy cuenta de que soy yo el problema, no tanto ellos, soy yo la que no sabe poner límites, la que se emociona, la que quiere dar todo, y requiere de atención, mimos y muchas acciones que a lo mejor al principio si se quieren dar pero con el tiempo aburre y se olvida y se deja, he sido muy permisiva en tantos sentidos que a veces me olvido un poquito de lo que realmente no me agrada, quiero ser querida a como sea. Sólo por no sentirme sola, y cuando alguien me gusta en verdad puede que ni le hable, que ni haga el intento porque soy tan poca cosa, ¿cómo ese sujeto, cómo ese ser divino, cómo Dios, cómo podré dirigirme a él?

Soy una romántica insoluta. Una boba sin remedio, porque cuando llego a hablar con esos "musos". Pff... es cuando más pierdo el piso, me siento tan sublime, tan todo lo puedo lograr, tan soy súper bella y etérea y efímera y esas palabras rimbombantes que no puedo dejarlo escapar, que tengo que ver la manera en la cual se quede, porque jamás tendré otra oportunidad. Y adivinen... sí, también la vuelvo a cagar.


Oh querida, te falta seguridad. Sí supongo, no sé, la neta ya a la chingada. Al chile, como dirían mis amigos con el vocabulario más soez. No sé si sea seguridad, falta de confianza, el autoestima de un caracol, porque déjenme contarles, queridos lectores, que éste es un suicida por excelencia.

¡Aich, pero de qué te quejas, al menos has tenido novio, y eres bonita! Y eso... vale madre. De verdad, a veces me hubiera gustado jamás haber tenido novio, o jamás haberme fijado en alguien, seguro sería alguien exitosa o al menos alguien titulado. Pero no, todo lo que escribo, la mayoría tiene que ver con mis decepciones amorosas ¿en serio no les cansa leer sobre eso?

Me he faltado tanto el respeto, me he permitido jugar una y otra vez con mi propia imagen, que hay días en que ni yo misma me reconozco. ¿En serio, soy bonita? ¿O sólo soy un constructo más de lo afable en la sociedad?

Piel blanquita, ojos claritos, nariz chiquita, labios finitos, cuerpo dos-dos, a veces más gordita a veces, delgada... cabello chino y semi cuidado. Meh... saben, al final todo eso se acabará.

Incluso mucho tiempo estuve traumada con eso, con mi peso, es raro que lo confiese porque casi nunca hablo de eso, me molesta y es más finjo que no existe tal tema, pero es cierto... muchas veces creo que no podré lograr nada publico porque soy una cosa amorfa y mórbida. Luego se me pasa... pero pues sí, me siento horrible, fea, asquerosa y por esa razón creo que nadie me puede amar... y otra vez, luego se me pasa, se pasa, como todo.




Y pues de que han llegado chicos a esta pseudo escritora, claro que sí, oigan tampoco es que sea el monstruo del pantano, a pesar de sentirme la mayoría del tiempo así. Pero... como ya lo he dicho, mencionado, reiterado, expuesto... la cago. Creo que no estoy lista para enrollarme con alguien, con algo, y creo que de verdad necesito terminar mis proyectos que no tengan nada que ver con besos y sueños de una boba empedernida al amor.

Acepto mi forever aloneidad, no me queda de otra, me estoy dando cuenta de que aún no existe el ser que me acepte al cien, o que en verdad le guste tanto como para rifarsela, porque sólo quieren que les hables bonito, o sexo, o atención o alguien a quien contarle tus problemas o ni eso, un bonito adorno, alguien a quien presumir... yo qué sé. Yo sólo he intentado adoptar cada disfraz que se me consigne, porque soy una boba que cree no merecer algo mejor.


jueves, 12 de octubre de 2017

Vivir Dignamente

Estos últimos días, cómo los últimos seis años, no los he vivido.
Sí, cómo lo leyeron, no los he vivido.
Me he dejado llevar por todo lo externo, y me cansé.
Hace rato tuve una charla con un bello y también, angustiante peso de realidad.
A lo que voy, es que no somos del todo autosuficientes.
Somos soberbios por excelencia, y creemos tener siempre la maldita razón,
porque cómo alguna vez le compartí mi opinión a mi amigo el filosofo,
tener la razón nos da cierto poder.
Creemos que podemos controlar cada detallito de nuestra existencia,
que lo podemos controlar,
es por eso que cuando algo no nos sale,
cuando no me sale bien,
llega la frustración, la ira,
y todos esos sentimientos feos.
No he vivido dignamente.
No he creído valerlo.
Pero es porque nadie nos enseña realmente como actuar,
simplemente nos regimos por lo que dice la sociedad.
Somos un constructo de diversas identidades.
Sin embargo, no todo ha sido tan malo,
a veces somos misioneros cósmicos,
le damos la mano a quien lo requiere.
Y se siente bien.
Hay tanto que quisiera compartir.
Que no sé muy bien por donde empezar.
Podría contarles las anécdotas de estas últimas casi dos semanas,
en dónde se supone ando trabajando como loca para ganar una apuesta,
la cual voy perdiendo.
Está bien sentirse mal.
Está bien perder.
Está bien estar cansado de uno mismo.
De su vida.
Lo que no está bien es no hacer nada al respecto y morir como si nada hubiera pasado.
Porque la vida es una, sí, pero también debemos darle un sentido, o no.
Dios o la fuerza poderosa nos dio esa magnifico Don de poder decidir.
Yo hoy decido hacer algo por mí.
Vivir mi vida.
Ya no quiero estar triste por soledades.
Hay algo, alguien por lo cual sigo aquí.
Por lo que uno sigue aquí.
Sí, es uno mismo.
Pero no de esa manera egolatra del "yo todo lo puedo".
Hay cosas inherentes en nuestra vida, no podemos ser dueños de eso, pero si de nuestras decisiones.
La palabra es acción, queridos lectores.
Hoy quiero actuar bien,
quiero valerme a mí misma, darme todo aquello que sé que valgo.
Y valgo mucho.
Por que soy una humana,
con defectos
con debilidades
con sueños
con virtudes
y también soy hermosa,
porque soy hija de alguien que decidió darme la vida,
porque al igual que tú, que me estás leyendo,
estamos aquí
y compartimos un momento
que no regresará
y que es perfecto.
Hoy me siento alegre de estar aquí, escribiendo, divagando, compartiendo,
estoy decida a hacer algo por mí.
Porque ya no tolero mi manera de vivir,
porque todos los días mi cabeza me taladra la pregunta ¿qué estás haciendo?
porque estoy convencida de que quiero ser feliz,
porque quiero vivir dignamente.

miércoles, 11 de octubre de 2017

No entiendo

Al parecer soy una lerda más del universo, pues no entiendo muchas cosas.
Y por más que trato de digerirlas, no más no me pasan.
No entiendo por qué somos más gentiles con aquellas personas hijas de puta, las que se han reído o burlado de uno, la que nos han tratado con la punta del pie, las que les importamos muy poco.
Mi cabeza llena de cabellos todos desaliñados no lo procesa.
Y tampoco puede creer que haya tanta hipocresía en ti, en ella, en él, en la persona que escribe estas palabras.
No entiende porque cuando una persona que no te ha tratado del todo bien y te llega a hablar bonito uno hasta las nalgas quiere dar.
No más no.
Y peor aún, aquellas personas que han estado contigo, las que realmente te aprecian, cuando te dicen algo, bang, las haces a un lado.
¿Y lo pueden ver?
Sí, se vuelve un círculo vicioso en dónde uno espera retribuciones.
No entiendo porque seguimos esperando.
Por qué espero.
No entiendo por qué cuando buscas a las personas, éstas salen con cualquier cosa, siempre hay tiempo.
Y si se busca a las personas, si se busca a alguien es porque en verdad algo está pasando, y sólo requieres de un momento de compañía.
No entiendo por qué lo negamos.
Por qué nos negamos.
Y tampoco entiendo por qué querer encajar, por qué pretender ser algo que no somos.
Por qué hacernos más interesantes cuando ya lo somos.
No entiendo por qué si somos tan simples, nos hacemos complejos con las mentiras.
¿Es que acaso no es más fácil decir?
Oye, te quiero.
Oye, me gustas.
Oye, no quiero que me dejes de hablar.
Oye, quiero importar en tu vida.
No, no lo hacemos. Porque nos da miedo.
Y no entiendo por qué tener miedo.
El rechazo es algo normal.
Y no entiendo por qué es normal.
Cierro los ojos y pienso en lo exhaustivo que se me ha hecho lidiar con las opiniones de los demás,
cuando en realidad la más difícil de entender es la de uno mismo.

martes, 10 de octubre de 2017

Sol-edad 2

Hay veces en dónde quisiera sólo desvanecer,
creo que esto, lo he repetido muchas veces...
no ando del todo bien,
no sé que sucede en mi organismo.
A veces sólo soy un autómata
y otras alguien inservible. 

La soledad, una vez más me golpeó.
No gané este round. 
No puedo ganarle a algo tan latente y promiscuo. 
Hago planes para escapar, para enfrentarla
para aceptarla.
Y ésta me come.

Parecía que este sentimiento se estaba yendo,
que alguien había llegado a espantarlo.
Y era tan agradable,
confié,
creí que era lo indicado.
Que era lo que requería.
Pero no es cierto,
todo es una mentira.

Porque estoy sola.
Y me siento sola.
Y la soledad ya no es consuelo.
La soledad me mutila.

Sol-edad 1