sábado, 10 de diciembre de 2016

El discurso que nunca di

Hace unos días fue mi graduación. Cuando era niña y veía las películas gringas creía que era un momento importante en la vida. Tal vez uno de los más, sin embargo poco a poco yo misma le fui quitando y restando la importancia, pues en mi caso sólo representaba que había terminado las materias que cursé en la licenciatura y no como tal el título que se me otorga para ser una licenciada en letras. Pero, no quise que pasara desapercibido, de hecho, ese día estaba emocionada, viendo que vestido usar y que peinado llevar, necesité a mi madre y a mi abuela, y ellas en cierta forma también necesitaron estar en ese momento conmigo.

Lo feo vino antes y se acentuó después, primero, las malditas trabas que nos pusieron los directivos para poder llevar a aquellos que no alcanzaban el porcentaje marcado para poder asistir a la "ceremonia". Ni siquiera nos dieron una constancia bonita o algo así, fue una estúpida felicitación con mi nombre mal escrito (cosa que ya ni debería sorprenderme, siempre pasa algo así). No fueron amigos muy queridos para mí, y sí asistieron fueron como público. Pero repito el evento no estuvo mal. Para mí sorpresa lo disfruté...

Como venía diciendo cuando era niña el graduarme de la universidad significaba todo para mí, y sí soñaba con ser elegida para dar algún discurso soso a personas que ni siquiera tienen alguna noción de mi existencia, y no, no sería un discurso de "los extrañaré, les agradezco, fueron los mejores, risas lágrimas y de todo..." No, no y no.

En él pondría algo así:

"Me caga su hipocresía, me caga estar vestida con una toga que ni me queda bien, me caga que todos fanforroneen y que yo me sienta halagada de estar aquí, cuando en el proceso la mayoría fueron unos mierdas, y eso sea el producto de tanta cagada. No la pasé bien, tuve que asistir con un loquero para que me convenciera de no abandonar 'mi camino' ¿Qué camino es este? Apuesto que la mayoría de sus conocidos ni sabía que chingadamadre estudiabamos y sí es que lo hacíamos, debo confesar que la mayoría del tiempo me la vivía en otro lugar que no fueran los salones que me enfermaban con ese ambiente propiciado por sus groserias, altanerías y posturas de pseudocríticosecritoresbestsellersartistasúnicosydiferentes, vayanse al diablo. Jamás les importó los problemas de los demás, siempre se la pasaban críticando y haciendo más grande un chisme, haciendo sentir a los demás como ustedes se sienten, mierda."

Si... es algo bastante rencoroso. Así qué que bueno que no me eligieron para dar discursos y ese tipo de cosas, digo no es que todo de la carrera hubiera estado para vomitar, tuve buenos momentos, como cuando salíamos en grupitos a comer a algún restaurant o cómo cuando pedimos una hamburgesa monstruo, eso fue genial, o las fiestas que hacía la Planta por su cumpleaños, pero también me sentía muy desdichada cuando se olvidaban de mi existencia. Tal vez sólo quería ser alguien significativo en ellos.

De las cosas graciosas que me sucedieron... pues fue enamorarme chorroscientas mil veces de la misma persona la cual jamás pronunció bien mi nombre, y lo odié tanto cuando se cortó el cabello, apesar de que su sentido de ver la vida siempre transgredió con la mía.

Vi cambiar de colores el edificio, vi muchísimas lluvias, también lloví en ella... jamás olvidaré el día en que me sentí tan juzgada y mirada por llorar como Magdalena, tampoco olvido las palabras de varios profesores, las actitudes de unos y hasta sus modos y manías.

O también que antes vendían cigarrillos en la tiendita. Y las historias de generaciones pasadas sobre las orgías desperdigadas en los salones y escondites de la facultad.

Los besos que dí, los que me dieron, el subir hasta la azotea y quedarme momentaneamente atrapada, los atardeceres y madrugadas que a veces llegaban a mis ojos.

Las materias, los encabronamientos que me di por no dormir para que al final el trabajo estuviera listo pero el humor de los profesores no. Los cigarrillos que fumé, y fumé muchísimos porque si que era estresante estar ahí. El día que regalé pulque o cuando vendí bolas de arroz y galletas para ir a ver Robert Smith, el inició de un amor, de dos, de tres... el que finalizaran, el estar sola.

Las chinas, los alemanes, el inglés, el francés, el polaco... los amigos de otros países que hice, y también de otros estados. Y los que siguen aquí. El enamorarme platonicamente de un profesor, el desenamorarme de dos. Los trabajos mal hechos y bien calificados, el comer a la gente...

El que me comieran a mí. El correr de un baño a otro porque estaba cerrado o no había agua, las veces que gorronee café, agua, galletas... los congresos, los coloquios y eventos "importantes". El conocerlos. Y algunos... jamás querer volver a verlos.

El reencontrarme a mí misma, el ver como florecía y me marchitaba cada cinco minutos. Darme cuenta que siempre fui buena para escribir, el amar eso, el por eso amar y el por eso amarme.

Reitero, la ceremonia no estuvo mal, de hecho me estuve riendo muchísimo, sintiendo esa energía de estar apunto de subirte a una montaña rusa. Fueron mis amigos, mi familia, gente que amo y adoro y que no cambiaría nada de ellos...

Lo malo fue al otro día. No quería despertar, no quería seguir, ¿qué maldito sentido tiene la puta vida si estoy más sola que una pinche roca?
Y quería platicarte todo esto, quería contarte cada uno de estos malditos detallitos. Pero no estabas ahí y no lo estarás, te eché por mí. Decidí estar conmigo.
Lo malo es que a veces hasta de mí me asqueo.

El psiquiatra me dijo que tal vez se deba a que las circunstacias no eran las mejores, y concuerdo con ello, papá se sentía incómodo al ver a mamá y mamá la reina del carnaval queriendo ser el centro de mi pequeñísimo mundo atajandose logros ajenos. Y yo... yo sólo quería de ellos escapar, lo hice, me fui a beber a jugar a reír. Para que al otro día me volviera a cachetear esta realidad sin ti.

martes, 4 de octubre de 2016

Cuando te hablen de mí



Te he extrañado, mucho.
Tal vez lo siga haciendo, no sé hasta cuando.
Te puedo decir qué no ha sido tan bonito esto.
Odié mucho que te rindieras por mí.
Porque siempre supe que tú amabas más...
y yo... yo no sabía que saldría perdiendo.
Al final, fui yo quien no te sabe dejar ir.
Alguien que no funciona muy bien sin tus mensajes,
alguien que se detiene antes de llamarte,
porque estaba tan acostumbrada a tu voz.
Supongo que yo terminé amándote más.
Supongo que anhelo verte cada vez que salgo,
quiero pedirte que esto no se termine,
cuando ya no hay nada.
¿Para qué? Me repito.
El respeto se volvió falsas amenazas de odio,
el odio se convirtió en nuestro alimento,
y el alimento ahora es mierda.
Te sigo pensando,
sigo creyendo que piensas en mí,
en que las cosas que tengo aún de ti, huelen a ti,
tienen tu esencia... pero cuando me acerco, no es así.
Las calles están vacías sin tu hombro,
sin mi baja estatura,
lamento no haberte besado tanto,
lamento no tener tantas fotos de ti,
porqué quiero deshacerme de dolor
y no puedo.
No puedo llorarte,
darte un luto,
fingir que estás muerto para mí,
no puedo ni siquiera decir que fuiste un hijo de puta.
No puedo.
Tan sólo te extraño.
Y saber de ti,
me hace sentir triste por no verlo.
Sé que fue mi decisión, mi intromisión,
mi no sé qué algo que termine en sión.
Ahora estoy un poco más tranquila,
pero siempre en algún punto del día ansiosa por tu existencia.
Ahora estoy un poco más libre,
pero no quiero conocer a nadie porque te quiero a ti.
Ahora duermo más porque no peleo contigo,
pero despierto a mitad de la noche deseando oirte.
Así que... el día de hoy,
fue uno de esos en los que la lluvia,
la que tanto amamos,
susurró tu nombre.
Y yo me dejé golpear por ella,
busqué música para cantar lo que tengo atorado,
y de la nada salió esta canción.
Ojalá la escuches,
ojalá me extrañes,
ojalá te encuentres...
porque a pesar de todo...
te he extrañado, mucho.

martes, 26 de julio de 2016

Las luces parpadeantes de aquel lugar sólo enceguecían más las miradas de los cuerpos. Muchas veces estaban tan absortas en funcionar pero no como tal en iluminar. ¿Qué clase de luz es esa? ¿Es qué acaso lo brillante tiene que ser inaccesible? ¿Por qué esta vez no quieren seguirla?

El lápiz labial se quedó impregnado en el vaso con whisky, era hora de hablar con alguien. Tal vez esta vez si logrará sentirse afortunada.

domingo, 10 de julio de 2016

Y esto soy

Envidio el no ser especial.
El no ser bonita.
El no sentirme única.

Envidio las risas coquetas,
el buen maquillaje,
el que mi ropa sea pasada de moda,
el que ellos mueran por ellas.

Envidio todo aquello que sé que pude haber sido.

No sólo el ser destacable en lo físico...
no tengo talento ni para lo que creí que lo tenía.

No soy la mejor dibujante,
ni mis versos los más desdeñosos,
no tengo ritmo al bailar,
mi voz no es tan resplandeciente como presume ser,
es más... nunca digo algo interesante.

Hoy soy algo que finge estar bien,
sin poder desahogarme y ser aplaudida en ello.

Envidio las horas que desperdicié pensando en ser mejor.


(Por último les dejo una rolita, joyita... )




jueves, 16 de junio de 2016

Boom!

Estoy a punto de explotar.

¿Quién te crees que eres para decirme que no puedo sentir lastima de mí misma? No eres nadie, ni nada como yo. A veces pienso que no está mal sentirse un poco victima del mundo. Pues en cierta formo eso somos, no pedimos nacer, nos traen a la vida y uno tiene que arreglárselas después de cierto tiempo. Así que si te molesta que sienta algo de lastima o tristeza por mi existencia, te pido de la manera más atenta que no leas esto y que vayas a chingar a tu madre, pinche ser perfecto.

Puedo decir que ayer tuve un día de esos que son maravillosos, en dónde todo sale "chido" de manera certera, bueno eso al menos a mi favor. Y bang... suena un disparo, sus letales ojos. Y pum... se escucha un estridente sonido que viene de lo más profundo de mi ser porque me la paso extrañando. Y al final, al final tengo que dejar ir muchas cosas. Tengo que purificarme como el agua de Iztapamordor.

Pero... lo que realmente quiero es mandar todo a la chingada. Decirles que me dejen en paz, y que si quieren estar conmigo lo estarán y sino... pues se lo pierden. Soy una persona rara, enojona, loca, medio psicótica y con muchos pedos internos (y no sólo los intestinales), sin embargo, soy una humana que tiene ganas de vivir y de ser feliz.

Porque no lo soy.

Porque siento que exigen mucho de mí. Y porque al final sigo siendo la misma niña mimada y egoísta que estira la mano cada vez que quiere algo. ¿Qué cómodo no?

Y la neta, no lo es.

Está cabrón depender de las demás personas, de siempre buscar aprobación o pertenencia, o de querer sentirme única... o de pensar en que algún día todo mejorara sólo por ser optimista (y no es así). Soy alguien que de vez en cuando pierde el control, se aloca y hasta se desaparece... (cómo hoy). También soy esa parte que odio... la chica que se ciñe a las reglas, que piensa más de cinco veces las cosas antes de hacerlas, la que no quiere riesgos ni hijos, la que intenta adaptarse al pinche sistema de mierda que tanto crítica... soy alguien que se preocupa por los demás, alguien que no tiene tiempo para sí misma pero si para el que lo requiere...

¿Qué no te gusta mi modo de vivir?

Amigo, siempre tuve reglas, desde niña. Date cuenta que no me he ido a la mierda por eso. Dense cuenta de que en cualquier momento me pude haber vuelto una drogadicta o una súper puta o alguna de esas cosas que son "malas". Y la neta lo único malo que le veo a eso es afectar a terceras personas -yo y mi pinche moral-.

¿Qué me la vivo limitada?

Pues a veces creo que sino fuera por eso yo ya hubiera olvidado a mi familia. Cuando es lo más precioso que tengo, mis hermanos, son los únicos weyes que valen la pena. Porque los demás siempre te rompen el corazón. Es tan difícil aceptar que no hay compatibilidad y aún así te vale verga porque amas... te enamoras como vil pendejo. Hasta que pueden más los defectos y los arranques de histeria.

No soy perfecta. Y tú, y tú, y tú tampoco lo eres.

Lo que si soy es alguien que va a estar al pie del cañón. No alguien que te deja medio varado en la nada. Y no importa lo que me hayas hecho... daría la vida por ti. El pedo es cuando existe algo que hayas lastimado, algo muy frágil e importante para mí. Y eso es confianza. Cuando no te tenga ni un gramo de eso... estás no sólo muerto para mí... sino serás una constante reafirmación de lo mierda que es la humanidad.

¿Perdonar? ¿Guardar rencor?

Tal vez, tal vez... sólo si es verdadero.

Así que por favor, por favor... déjenme parlotear y mandar todo muy lejos, sólo por un día, sólo por un momento... quiero desvanecer con el viento porque sé que muy pronto voy a explotar.

Y nada, repito, nada saldrá bien.


sábado, 14 de mayo de 2016

Extraño a los viejos conocidos

Extraño a aquellos que por alguna razón alejé. No sé si se trata de ti, o de ellas o ellos, o él. A veces alejo a mis amigos por una cuestión de comodidad, porque sé que los veré otro día, o porque pienso que son incondicionales, me confío, y sigo esperando.

Grave error, lunarcita, grave.

Otras veces los lastimo y ni cuenta me doy, soy tan egolatra y despistada, una egolatra despistada con muchas chaquetas mentales por hacerse.

También abandoné muchos proyectos. Propios. Siempre. En cierta retrospectiva soy una fracasada abandona situaciones. 

A todos los que les he quedado mal, les pido una disculpa, una especie de absolución por ser así. Ni sé que diablos llega a pasarme ¿o si?

Y bien... alejo a las personas por ser yo.

Y ser yo... está en cierta manera extraño. Me caigo bien cuando traigo un vestido cómodo y digo sandeces... bailo y corro como desquiciada, cuando me encuentro con amigos, cuando hay algarabía... la compañía, siempre la compañía.

Pero hoy me di cuenta de que he fallado. Y sigo fallando. ¿Qué clase de persona soy?

¿Convenenciera?
 Jamás me he considerado así... al menos no con alguien ajeno a mis padres...

Sí sé que olvido felicitar en cumpleaños, o que me da pereza o que hablo sin parar y a veces ni escucho... ¿tan horrible persona soy?

Y qué flojera en este momento, al escribir de mí, me doy.

(En verdad lamento si alguna vez hablé mal de ustedes, si les dije una verdad y no fue de lo más agradable, si están enojados conmigo y no lo sé, o si fui yo la loca que los hirió... a veces no tengo idea del desastre que puedo realizar con un pequeño gesto...)

sábado, 26 de marzo de 2016

Meh

No estoy feliz con lo que estoy haciendo en mi vida,
te vas y pierdo norte.
¿Qué clase de persona tengo que ser para que veas que estoy para ti?

Estos días, han sido algo agotadores, no he ido a ferrocarriles, trabajo porque de verdad necesito dinero y pagar mis mil y un deudas con el estado y claro con mamá. Me duele el cuello, la espalda, los ojos me arden como si realmente los usara. Sólo me la paso mirando hacia donde debo enfocar mis nuevos proyectos. No he avanzado con la tesis, ni con las investigaciones, ni con mis propios cuentos... soy un desperdicio.

Creí encontrar la paz. Pero no. Sólo descubrí que es otro bache de vacíos sobre vacíos. Aunque realmente me anda yendo "chido".

Supongo que nadie está conforme o a gusto al cien...

es bonita la atención, claro que sí... pero igual, ya no sé si eso me satisface. Mierda.


miércoles, 9 de marzo de 2016

Hombre prehistórico

Los martes y jueves asisto a un taller de poesía, a veces salen cosas chidas, a veces no. He pensado mucho en renunciar al señor ave solar. A veces creo que necesito dejar ciertas reminiscencias que abundan en mi corazón. A noche creí lograrlo, es más hasta el día de hoy en la tarde... pero no es así. El amor no es una cosa que viene y se va de la nada. Tampoco es como si alguien pudiera llenar los vacíos de lo que nos falta o nos falla como personas.

En fin, mi juventud es nada más un soslayo que me permite ver cuanto le he cagado, y como la sigo cagando. Quisiera simplemente aceptar la cosas y dirigirme a otro punto de partida. Otra ciudad yo que sé. Pero no, me aferro con mis uñas cortas a sentir amor de otras personas como si realmente lo necesitara, y sólo es mi vanidad exaltada.

Así que sin más preámbulos les dejo los dos poemitas sobre mis estados de ánimo, amor, consciencia, y bueno... nuevos comienzos, creo. Es un buen momento en mi vida, eso es todo.

Hombre prehistórico

Amo a un hombre prehistórico
amo sus cabellos infinitos y diáfanos
amo sus fosilizadas arrugas
amo su añeja voz transmutada por los años
amo la distancia de dos décadas de remota diferencia
amo la perpetuidad de sus beso dados en mi profana flor
amo el tiempo que se va lento como un caracol esperando el suicidio
amo la música que aporta a estos diminutos y jóvenes oídos
amo la magnificencia de su etérea sabiduría ancestral
amo a ese hombre libre del universo, amo de la lujuria hecha amor.
Amo, y reitero, amo sus manos que abarcan las montañas de mi cuerpo
amo a un hombre viejo como mismo viento
amo a un ser lleno de de especulaciones y anhelos a la muerte
amo a un hombre pre-his-tó-ri-co
       y no a uno que es, de manera llana,
                  joven como mí,
                             sueño erótico.



Después del cigarrillo en la trémula lluvia

No te amo extraño,
no me puedo aún permitirme ese deseo oblicuo,
no lo puedo hacer después de mi charla interna con las gotas que se dispersan.
No te amo.
No puedo ser tan mentirosa contigo.
No es que cambie de opinión tan volátil como las estaciones,
no puedo aún porque hay tanto de mí que es incierto.
No te amo cuando no puedo ni aceptar que te quiera ya.
No te amo en la penumbra de los sin saberes,
y te pido perdón en la frescura de la lluvia que deja ir todo
y limpia los malos tragos de indecisiones.
No te amo, no sabes quien soy o lo que soy.
Sin embargo, el día que te lo vuelva a decir,
el día en que te tenga en estos flácidos brazos de ninfa regañada por el ave solar,
cuando llegue el momento, te lo diré...
Te restregaré todo el amor que ese día te daré,
te dejaré sin palabras,
te dejaré a la deriva de la luna...
y firmaremos la condena de hacernos todo el daño de una vez.
Y por siempre, lo prometo, te repetiré en tus oídos,
en tus manos, en tu sexo...
que te amo.




miércoles, 2 de marzo de 2016

Al final no somos tan importantes

Hubo una noche en donde salí a beber una cerveza con un amigo. Éste estaba emocionado porque había realizado (después de tanto) su examen profesional. La noche no era fría, las frías estaban en su punto más adecuado para alegrar el ambiente. Entonces él comenzó a platicar sobre lo feliz que se sentía, y lo mucho que le había costado llegar a la conclusión de en realidad nadie es muy importante.

-Luna, cuando dejé de hacerme chaquetas mentales sobre mi vida, sobre las cosas que no he logrado, fue justo en el momento en que recapacité acerca de las pendejadas que he realizado, de ninguna me arrepiento, sin embargo perdemos mucho el tiempo pensando en eso. Entonces fue cuando me liberé, y me dije... "al final no somos tan importantes".

Supongo que tiene razón, en realidad, nadie es tan importante. Sólo estamos ahí, de una manera dinámica, en constante movimiento y con un dejo de cierta perpetuidad. Yo que sé.

Es por esa razón que ya no me pongo tan punki cuando alguien me deja de hablar, de hecho, yo misma me he encerrado en mi mundito de cigarrillos y café, para no saber la mierda que destilan muchas personas de su bocas. Carajo.

No somos tan importantes porque vamos en constante cambio. Porque a veces hacemos cosas malas para justificar buenas acciones, porque no hay un compromiso con lo que hacemos y decimos. No somos para nada importante cuando dañamos con toda la intención de sentirnos importantes.

El valor uno se lo da, el valor no los da en la medida que somos solicitados, en la forma en la que nos dan atención. ¿Qué pestes no?

¿Qué tan soberbio tiene que ser el humano?

¿Qué tan poca cosa somos para necesitar poder?

¿Por qué mejor no nos aceptamos tal cual somos?

Y aún así, tú, querido lector, eres tan importante para mí porque te importa lo que llego a escribir.

Buenas noches.


martes, 1 de marzo de 2016

Empatía


Creemos estar enamorados. 
Creemos tener futuro.

Creemos tantas mentiras.

Creemos que durará.
Creemos que algún día alguien cederá. 




Sé lo que sientes, es por eso que no te ignoro cada vez que me hablas. Sé como se siente la alegría cuando recibes mensajes, cuando alguien te pone atención.Sé como te sientes.

No es es no seas especial, es simplemente cuestión de selección. Tal vez él tiene algo que tú no tienes, tal vez yo tenga algo que él no quiere. No lo sé, y cuando me pongo a pensar en eso, hago una lista de todos mis defectos, y casi siempre ellos vencen a mis virtudes con una gran diferencia.

¿Qué si somos aburridos? Lo dudo mucho, sino por algo dejaríamos de buscarnos o buscarlos o buscar. Sólo no cumplimos todos los requisitos para pertenecer a aquellos deseos.

Hay días en que no sé lo que siento por aquella persona, tú no tienes ni cuatro días de conocerme, y crees ya amarme. ¿Irónico, no? Por él, empecé a sentir algo con sólo ver su espalda en algún bar de aquella gran y ajena ciudad. Tú ni en persona me has mirado.

Las ilusiones compartidas es algo que tal vez nos conecten o que el día de mi cumpleaños sea también el de tu exnovia. Yo qué sé. De hecho, creo que no eres nada cercano a lo que me gusta de una persona. Sólo me agradas, me caes bien.

Y sé que eso duele, porque lo más seguro es que él, sienta lo mismo por mí. Y cómo cada noche, que he pasado después de conocerlo, al final me queda un sabor pequeñito en la boca, sus besos arrojados al hueco de mi corazón, lo extraño.

¿Y tú? ¿Tú que me puedes decir de mí? Si sólo recibes puras negativas cuando intentas ser tóxicamente lindo. Yo no quiero eso, al menos no de ti. Jamás había estado en esta situación... rechazar al chico "bueno".

Pero, chico, siento lo que es tener esa empatía contigo. Sé que es estar enamorado, a la expectativa y en la zozobra que se respira en una fría mañana de invierno. El gélido olor de las hojas inexistentes, porque vivas están, cómo los sentimientos inocuos del supuesto amor que llegamos a profesar.

Sólo no te caigas, no te dejes arrastrar por todos estos sentimientos que son meras ilusiones que se las llevará el viento o algún temblor. Lo que pase primero, tal vez, sólo estoy ahí para reafirmar tu existencia como alguien que aún tiene sentimientos, alguien que quiere amar. Pero él, él sigue en mi cabeza.

No te conviene estar interesado en alguien como yo, en alguien que es banal, y que se fija en que tengan cabello largo, en que tengan la capacidad para poder encontrar la belleza en algo tan complejo cómo los sonidos estridentes, en alguien que le gusta imaginarse con ellos en algún viaje hacia el fin del mundo. No soy para ti.

Y él, carajo, no es para mí.



lunes, 29 de febrero de 2016

Parachute

Y no, no voy a hablar del álbum de Coldplay. Es una canción de una bandita rusa que me pasó el señor ave solar.

Es curioso porque ya la había escuchado (a la banda) cuando salía con E2. Pero bueno, no lo recordaba. Es gracioso porque mucha de la música que escucho es porque me recuerdan grandes momentos en mi vida...
cómo sea.

Esa canción "Parachute" Es muy bonita, tanto que se las tengo medio traducida. Se la dediqué a E2, pues él sabe que show con lo que no hay.

Y bueno... sé que no les he hablado mucho de ese señor ave solar... en sí es que no hay mucho que decir. Él sólo es él... je.


Por supuesto que te amaré,
yo cuidaré de ti.
todos los días de mi vida.
Claro, que te honraré,
estaré ahí para ti
cada vez que tú me necesites a tu lado.

Pero este amor se ha unido,
no dejemos que nada lo divida.

A veces cantamos, oh días gloriosos.
A veces nos ponemos en encrucijadas.

Nena, nena
¿Estás lista para ir en este camino conmigo?
Dejemos a nuestro amor ser nuestro paracaídas (paracaídas).



Nena, nena
¿Estás lista para ir en este camino conmigo?
Dejemos a nuestro amor ser nuestro paracaídas (paracaídas). 
(Uh-uh-uh)
Locamente, estoy enamorado de ti,
y cuando miras dentro de mis ojos,
yo estoy encantando con gastar mi vida contigo,
compartir todos los buenos y todo los malos momentos
juntos volaremos por encima de la novena nube,
nosotros desafiaremos la gravedad para deslizarnos a través del cielo.

Nena, nena
¿Estás lista para ir en este camino conmigo?
Dejemos a nuestro amor ser nuestro paracaídas (paracaídas).



Nena, nena
¿Estás lista para ir en este camino conmigo?
Dejemos a nuestro amor ser nuestro paracaídas (paracaídas).
(Uh-uh-uh)

Pues está toda cursi y bonita... en fin... muchas veces me quedo con las ganas de hacer algo... pero pues... creo que no me equivoqué a la hora de decidir a quien enseñarsela, ese chico, ha sido una de las personas más importantes en mi vida.

Y puede que no estemos juntos... pero sé que hay mucho amor y respeto.

Por lo demás... ya me hice pato una hora. Debo marcharme, los quiero.


sábado, 27 de febrero de 2016

Música que a nadie le interesa

Dejé de publicar muchas cosas, porque sentía que lo que tenía que decir no era importante, y aún lo siento. Sin embargo, no es como si muchas personas me leyeran...

La primera recomendación del día es:


Bueno se trata del nuevo (me parece LP) de Steven Wilson, la última canción es una joyita. No hay falla, está de lujo.

Siguiendo con los divagues que a nadie le interesa; en mi muro de facebook he nombrado así a una serie de situaciones que voy relatando, o también mis sueños y ayer al parecer minificciones, haciéndome una autoburla de mis famosos (ja, claro, sólo en mi facebook) "comentarios que a nadie le interesa".

Ando cansadísima, es cierto, si ven algún tipo de error, tomen en cuenta que me estoy quedando ciega y que ya es más de media noche... (debería conseguirme un novio por internet) y no soy del todo consciente de lo que digo. Tengo hambre.

Y bueno... no sé, sólo quería escribir, y ya lo hice. Nos vemos.

viernes, 26 de febrero de 2016

Nada me llena

No hay algo bien en mí.
Nada me llena.
Ni siquiera las chupa chups,
los chocolates,
los lucky strike,
la coca-cola,
ni siquiera el glorioso café.

Nada me llena.
Nada satisface a estas paredes coloridas,
este cuerpo ansioso
de ti.

Ni tú,
en tu lejanía.
Ni él,
en su cercanía.

Nada me llena.
Ni cuando escribo,
ni el cantar,
ni bailar sin ton ni son.

Nada, carajo, me llena.
Vamos señor ave solar.
Regresa,
lléname de ese licor
de tus sonrisas antiquísimas
lléname de flores
de lamentos
de tus sueños
y secretos.

Lléname con tu edad,
tu sabiduría
tus tonterías
tu forma de caminar.

Ya no quiero esperarte
ya no quiero estar a la expectativa de un mensaje,
ni mucho menos el de una llamada.

Tan sólo puedo toparme con pared
cada vez que busco retorcerme con cuerpos ajenos.
Me siento tan triste
tan añeja
tan fuera de mí.

Porque no estás,
en nada estás,
en nadie.
Ni siquiera en ti.

No sé quien eres,
señor ave solar,
cuervo,
rapiña,
incertidumbre,
noche pasajera,
alambrito,
cerveza quemada,
música diferente,
dolor de cabeza,
no sé quien,
extraño,
vago,
ser del universo,
ser libre,
ser de todos y de nadie,
agonía,
hado del bosque,
mustia llamada de atención,
la nueva
reinterpretación
de lo que para mí ya es...
...amor.

domingo, 7 de febrero de 2016

D

Ya no quiero ser hermosa, ni graciosa, mucho menos ingeniosa o interesante. Nada de eso sirve. 
Al menos no para besarte.
Para que me beses hace un falta un poco de ebriedad,
mucha sinceridad,
vago misticismo que viene de las miradas letales,
ser falta de principios
con mucho valor para correr y no ser por la policía detenidos.
Hace falta dejar de ser inocente
un poco más elocuente.
E infantil... para justificar el que un glúteo te toqué.
A pesar qué, tu obtuviste más que un beso al estrujar mi seno.
Para besarte, digno demente demonio de diez días... 
Para besarte... me hace falta todo.
Y cuando te beso,
no hay nada.

Este poema es para D. Él sabe quien es. y dudo que alguna vez lo vea a menos que yo se lo muestre, como cuando le mostré que ya lo conocía antes de haberlo visto.

¿Se acuerdan del sueño bello de verano?

D, es ese chico.

Ahora D, no significa mucho para mí. Tan sólo fue la reafirmación de todos mis errores y el que tengo unas ganas loquísimas de tener con quien pasar mis domingos a las seis de la tarde y no estar sola durmiendo como si no hubiera algo mejor que hacer.


Estoy segura que si D y yo, no estuvieramos tan rotos, él tan malvado y yo tan "inocente". Hubiera escrito de como me enamoré de él. Pero no, ni eso sucedió.

Ya estoy de regreso.