lunes, 28 de noviembre de 2022

Ven aquí, te quiero decir algo

Me acerco
un poco temerosa
no tengo miedo de ti
más bien de la vida
de lo que no está dicho
y de mi falta de paciencia.

Me vas a contar algo
se me ocurren mil cosas,
todas buenas.

Porque así debería ser el amor
como una canción de los smiths
como tomarte de la mano
hundirme en tus brazos
verte dormir
besar tus manos
y compartir el mismo espacio-tiempo.

La noche llega en tus ojos
intentamos hacer una nueva playlist
pero de repente
me vuelvo a enamorar de ti
de tu voz
escucho tu mente
las estrellas chispean en mi estómago
siento tu mano
es cálida
eres cálido.

Sé que voy a la velocidad de la luz
siempre he sido así
lo mío es arrasar con todo 
hasta el grado de dar miedo
pero tú no te alejas
solo me miras con paciencia
sonríes 
y te dejas ir.

Te abrazo
y siento como un cosmos 
nace bajo los que a cada rato se me caen
sabes a lo que me refiero
y así caminé contigo
cuando la tarde tambien se caía
en un día de julio,
en mi estación favorita
en el clima más idóneo.

Y de nuevo regreso a aquí
te digo, claro que estoy feliz
esto haciendo lo que más amo en la vida
fumar, beber, cantar y estar a tu lado.

Entonces, me dices algo...
que solo mis labios resguardarán.

Ahora lo sé,
lo entiendo,
me gustó 
saber 
a que saben 
tus labios. 


miércoles, 26 de enero de 2022

Mierda Canela Parte 2

La primera semana de mi nuevo y flamante empleo fue en casa. Había olvidado lo horrible que es el estrés, incluso comencé a fumar en mi habitación. El caso es que yo ni sabía como funcionaba el google docs, casi les arruino la planeación de medio mes, todo porque no sabía ni qué onda con lo que era un COPY y un CONTENIDO. 

Poco a poco fui aprendiendo, no fue fácil, ¿pero qué... es fácil en esta vida sino solo respirar? Y hasta eso, también hay clases para hacerlo de una manera adecuada. 

No obstante, conocí a mis compañeros de trabajo, y de verdad creí que todos nos llevaríamos de maravilla, a excepción de las chicas de diseño, siempre tan a la defensiva y por todo quejándose, y diciendo que trabajan al doble.

Pero bueno, mi primera meta era entender cómo funciona la planeación de una marca en la agencia esa fea. Y pues bueno, no es tan complicado el MKT, lo complicado es entender como funcionan las plataformas ya sea Facebook, Instagram, Twitter o incluso un sitio web. 

Y bueno parece que eso no me lo pudieron explicar de una manera entendible y detallada, la persona que lo hizo en este momento está muy bien en su vida, porque hizo bien su trabajo y porque se preocupó por nosotros, sus colegas. 

Tal vez nunca sepa o nunca conozca la historia real, pero para mí, y mi versión es que una mocosa consentida quiso hacer algo de su vida, buscó un propósito y comenzó a gestionar sus redes dentro del amplio bagaje que una ciudad como Cholula te da, además de los contactos en Cancún. Claro que era buena jefa, pero no una gran líder, a veces se le iba un tanto la mano con sus comentarios o con sus "regaños" que más bien eran humillaciones. Lamento que haya muerto, porque creo que aún tenía algunas cosas más por aprender de ella. Y más porque era súper joven. Y porque se quedó su achichincle al mando y bueno esa es otra historia.

Era un 14 de junio cuando todos llegamos a la oficina, ese día la fulana de diseño pasó por mí, se estacionó en el lugar de la jefa, acto que se me hizo extraño pero no le tomé mucha importancia. Llegamos todos, y la achichincle nos pidió que subiéramos y pues nada... nos soltó la bomba. 

Las morras de diseño comenzaron a llorar y a decir "no mames, no mames" como si esa frase la hiciera regresar a la vida, los chicos de Social Media estábamos pasmados, sobre todo porque al otro día era quincena. Y se supone que me subirían el sueldo, ya eran tres meses ahí.

Pues nada, fui al funeral, me acompañó exnovio, ahí estuvo otra compañera conmigo, y las fulanas de diseño. Se sentía la tristeza profunda por la pérdida de la monstruo mayor... qué sé yo. 

Me ponía triste el hecho de que una persona con tanta vida se marchara. Y al igual me hizo pensar en que en cinco minutos puede cambiar todo, y así fue. Al parecer las cosas mejoraron en Mierda Canela, y a la vez no. 


martes, 25 de enero de 2022

Mierda Canela Parte 1

 Mi día comienza a las seis y media de la mañana. A veces. Porque hay momentos en donde desde las cinco am se me va el sueño. Con mucho trabajo me levanto y me meto a bañar. Cae por mi cara el agua caliente, intento despertar y apurarme al son de alguna canción feliz. Desde que comencé a trabajar en este sitio he intentado no repetir lo que se conoce como outfit, todo porque mi abuela me dijo que jamás demuestre que soy desarreglada. Que pendejada. Que certero.

Estaba muy contenta porque al fin conseguía un empleo por mis propios méritos y uno en donde me pagan por escribir, que se supone que es lo que mejor sé hacer. Y pues no. Resulta que el mundo del marketing es una selva deshumanizada en donde el único KPI (entiéndase como objetivo) es vender, vender, vender. 

Intento salir de mi casa antes de las ocho de la mañana para llegar a tiempo. A veces lo logro, otras no. Después, subo a un taxi colectivo, un auto tipo sedan con unas siete personas dentro, obviamente voy súper apachurrada.

Lo único que me motivaba a seguir cierta ruta era ver el volcán y la pirámide en todo su esplendor, el olor que tiene las mañanas, el ruido de bicicletas, pajaritos canturreando, lo fresco de la mañana y ese frío que te mantiene atento.

De ahí en fuera... mi estancia en Mierda Canela, fue muy complicado.

Para empezar yo no tenía nociones de publicidad, solo lo más obvio, y aunque el camino sea por ahí, podría parecer que eso es suficiente, pero no. Hay que aprender a hablar como los "exitosos".

Una vez que dominé ese tema, pude seguir con la creación de contenido para una cantidad ridícula de clientes ridículos. 

Muchas veces me sentí explotada y utilizada como un peón donde los látigos son las palabras, muecas, gestos y groserías de mis capataces. 

Las jefas, o la jefa o la jefa y su achichincle, se hacían llamar urbanas, pero eran dos mocosas consentidas que nunca han conocido lo que es tener carencias de verdad, una egresada de la mejor universidad privada de Puebla y la otra una yonki perdida en la vida con un zángano por pareja. 



domingo, 27 de diciembre de 2020

Dreams

Últimamente sueño que soy otra persona o que tengo menos de quince años. Supongo que ha de ser por ese miedo tan enfermizo que le tengo a mi propia vida y también a asumir mi reali-edad. Pero por más que me la viva durmiendo no puedo evadir lo que está frente a mis ojos. 

Qué gracioso, antes me daban miedo mis sueños, y ahora hasta pastillas consumo y concilio ese estado. Pero el hecho de que mis sueños sean eso, no significa que no duelan.

El ser otra persona no siempre es divertido, generalmente termina en tragedia o muerte. En que soy violentada o que debo violentar a alguien más. Y cuando tengo menos edad termino con el corazón roto, como si no hubiera nadie que me viera. 

Entro bostezo y bostezo llegan ráfagas de sueños a mi cabeza, los ojos de alguien, el mapa de algún lugar, la confesión y el deseo de algo que en la vida se destruyó. A veces intento darle cierta interpretación a lo que sueño. Incluso he llegado a tener premoniciones y avisos sobre algo que va a suceder, y ahí llega ese dejavú de haber concertado algo. Intento ser sabia al obtener toda esa información.

Hoy soñé que me enamoraba de un bello muchacho ruso llamado Ilya, (como Ilya Kuriaky) y que tenía una hermana, y que era mi amiga porque la ayudaba con algunas materias. Total que Ilya y yo a veces salíamos a charlar por las tardes. Hasta que un día me animé a invitarlo a salir, y al parecer, vivíamos en Córdoba (yo detesto ese lugar), y la pasábamos bien. Intenté decirle que lo quería y que lo iba a extrañar mucho porque sabía que en menos de una regresarían a Rusia. Pero no me dejó decirle nada. Cuando ya se había ido, mi amiga Lala me confesó que ella salía con él y que ambos sabían que sentía algo por Ilya y que por eso no permitió que le dijera algo, no quería lastimarme. En la vida real, Lala no me habla tanto, supongo que la extraño. Y eso me lo decía mientras estábamos en una librería buscando un libro que dejé olvidado en casa de una amiga, la cual me bloqueó. Lo conseguíamos. Estaba un poco tranquila, tenía mi libro. 

La vida es a veces extraña, pero los sueños más.