sábado, 30 de septiembre de 2017

May God



"Qué Dios castigue a los que traten de separarnos" 
-Kakkmaddfakka

Ojalá tuviera alguien a quien dedicarle esta canción o el siguiente poema:

Te regalo mis palabras para que las saborees.
Sin embargo, a ti no te importa eso.
Sólo quieres mirar aquellos olores que desprende el sopor del nerviosismo.
Te haces pequeño, tan diminuto que mi olfato no te puede palpar,
y a pesar de que estás a varios soles de distancia,
mis ojos no pueden saborear las noches 
que se esconden bajo la música
desprendida de tu tacto. 
Sólo me lo imagino;
voy corriendo sobre el
camino que alguna vez
escuchó a una estrella vomitar
tu vista perdida. 

Y por último, ojalá puedan participar en la siguiente convocatoria:


lunes, 25 de septiembre de 2017

Sobre estos días

¿Pues qué más puedo escribir sobre estos días?

Bueno, los pondré un poco en contexto, soy mexicana, tengo 24 años, y tal vez sólo tal vez pudo haberme pasado algo en el temblor-terremoto-sismo-la tierra se sacudió, del pasado martes.

El punto no es ese. el punto es que aquí estoy, al igual que tú, tú y tú. Si al igual que todos los que me llegan a leer, que he de confesar que la mayoría de las visitas las registro yo, porque soy boba y creo que en algún momento llegará haber algún comentario.

La onda está en que muchas veces uno quiere unirse y ayudar, y hacer algo por alguien porque es lo correcto, porque nos llenamos de una hermosa fiebre, nos contagiamos y ahora queremos hacer la diferencia, y me parece sublime y fantástico, irreal.

Ojo, no estoy criticando, ni nada así por el estilo. Sólo escribo y escribo, porque es lo único que se supone que sé hacer. Y ahí es dónde radica todo, en mis supuestos "creo".

La verdad después del temblor no quedé bien, ando toda rara, paranoica, y con un chingo de ganas de llorar cada vez que veo algo derrumbándose o gente que la neta se le ve las ganas de ayudar y que está al pedo haciendo mil millones de cosas. Y pienso en lo afortunada que soy, en lo mucho que tengo, y en lo poco que puedo dar. Porque sí, la neta es que me dio esa madre postraumática; y dirán "ora ya, pues con qué poco pinole te ahogas mija". Y sí así me sentí y me siento.

Una pinche inútil quejosa que no fue capaz de hacer más que llevar víveres y escuchar a sus amigos, y medio intentar hacer conectes entre personas para ayudar. Y me dirán, pero eso ya es un granito ¿no crees? y yo diré, pues sí, pero la neta siento que no es suficiente y lo peor de todo es que no tengo idea de cómo diablos ayudar cuando el pinche pedo es que yo en este pinche momento no ando cool, no ando bien.

La neta me siento bien pinche sola, y no hablo de ese amor de pareja y bla bla bla, nel, o sí, a la mera sí, lo único cierto es que ya no quiero estar con el exnovio, más bien con ninguno. Quiero conocer a gente nueva y esas cosas. Pero ese de nuevo no es el maldito punto.

El punto aquí, es que me siento una pinche escoria y que no sé que diablos hacer para dejar de sentirme así, porque es una mamada andarme victimando cuando realmente murió gente y hay gente que anda rescatando a más gente. Y gente que sí es gente y no como yo, que soy una pinche ególatra de mierda.

Hoy llegué a ese punto en dónde los otros puntos se unen. Y me dije... "lo único que necesitas es terminar tu tesis y todo lo demás se aclarará". Y luego pensé... "y si viene otro sismo y valgo caca". Entonces acá respondo...

...sobre estos días, si, han sido locos, pero también de suma reflexión. La vida es una, realmente es una... y si no hace uno lo que le gusta, lo que quiere y no porque no pueda, sino porque uno mismo se límite, entonces... qué sentido tiene. Por eso escribo.

Porque es lo que más amo de la vida.

martes, 12 de septiembre de 2017

About the sea

Sé muy bien que no debería ahondar
en aquellas aguas a las que de por sí
un gran océano nos separa.

Pero, he querido compartir
la sal que arrulla a todos estos corales
que en la humedad habita.

Quise escribir un ensayo sobre las olas
que han de golpear tu costa.
Naufragar y darte esa brisa
que conviene dentro de las algas besar.
No es que sea etérea sirena, pero a veces
creo que pronto me volveré espuma,
porque aún sigo esperando a que se prenda
el faro que aguardan los marineros.

¿Por qué eres un pez escurridizo?
¿Por qué mi arpón aún no te puede atrapar?

En arena me consumo, dejando al
cielo ser testigo del más extraño
animal, que en tus mares quiso nadar.