jueves, 3 de septiembre de 2015

Lo que no escribí hace unos minutos para que fuera ayer

No me dio tiempo,
como cuando quise irte a ver,
como cuando tuve que escucharte.

Pero aún rezo que funcione,
y si no pasa...
la magia no se extinguió,
es que ya no sabemos como usarla.

Camina feliz,
observa al universo, es tuyo.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

No Aniversario

No tiene mucho que conocí a un chico interesante en una fiesta, él iba solo, no conocía más que a la persona que lo invitó, así que le hice la platica, me enteré de cosas muy interesantes sobre él, y poco a poco me di cuenta de que me empezaba a gustar, teníamos cosas en común. Los dos estamos bien mal de la cabeza. Así que le pedí "no matrimonio", y el alegremente aceptó, ahora vivimos una no relación, cada quien convive con sus propios demonios, a veces nos escribimos o intercambiamos música, en cierta forma el conocernos fue algo bueno, ampliamos el panorama de posibles amistades y nuevos sueños.

Pero, el día de hoy se conmemora por ser el día de no aniversario, hace cinco años comencé a salir con E2, igual llovió a cantaros como ahorita, igual me sentía nerviosa e intranquila, igual también estaba enamorada de él.

Quise correr hacia su casa para decirle que era el día perfecto para continuar lo que dejamos pendiente, y como cada vez que lo veo, besarlo y abrazarlo de manera que jamás pudiera escapar de mí. Lo extraño todos los días y en cierta forma, igual que él, ya me acostumbré.

Amar a E2 es una extensión de lo que ahora soy, creo que si no lo amara no sería en este momento yo, no quiero decir que no lo fuera antes de hacerlo sino que ahora se ha convertido en otra parte mía. Tampoco quiero decir que lo necesito para vivir, o que necesito su amor o algo así, No. Él es libre, como yo soy tan sublime como las nubes.

Hoy fue un día lindo, agitado, lleno de cosas que hacer, y esos son los días que últimamente me van gustando más, porque me dan oportunidad de no pensar más allá y no ver todo lo que dejé atrás. Salí con tres amigos a cotorrear, primero con el chico Cósmico, de él me gusta mucho su voz, me hace recordar la voz de alguien a quien una vez quise con demasía. Después me vi con el principe de Kentucky, comimos helado mientras me comentaba el transcurso de una vida adulta a la que un día llegaré y por último vi a Emiratos Árabes pasé un momento tan agradable con él al escuchar música mientras regresabamos a esa ciudad que vio crecer el amor que le tuve a él. Todos ellos hicieron que recordara pequeños fragmentitos de él, y siempre él, incluso cuando estaba contigo Diamante, él, él, y él... como la sombra de algo que no se va.

(Y no me queda más que abrazarlo)

Creo que los no festejos, son parte de lo que ahora está en voga en mi ser, los no compromisos, los no sentimientos. Hacer las cosas sin darle significado. No siento que me vuelva una persona desechable es sólo que es mejor ignorar y como si fuera arte de magia el NO le da ese sentido sabroso de hacer las cosas sin culpa. ¿Entienden a lo que me refiero?

Feliz No Aniversario, E2...

...y en el fondo si duele mucho que sea un NO.


martes, 1 de septiembre de 2015

Patinar

El día de hoy salí a patinar como lo he estado haciendo desde hace una semana cuando el chico del auto azul, como lo llama mi papá, me los trajo sanos y salvos después de una operación en casa de Mono. Y si de por sí ya no tengo pompas, ahora menos, se aplanaron por el sentón que me di al dar la vuelta para regresar a casa.

Me gusta salir en las noches y sentir el aire frío mientras extiendo mis brazos y dejo que las llantitas de los patines hagan su trabajo. A veces alzo la cabeza para poder ver las poquitas estrellas que se alcanzan a divisar por mi colonia que desde hace cinco años está poco iluminada, hay una deuda o algo así en realidad no me interesa mucho porque puedo ver las lucecitas de la noche.

Salí a patinar para poder fumar el último cigarrillo del día, era necesario. Aunque ahora me duele el estomago. Esta noche papá dio otro de sus sermones llenos de sabiduría pero también escepticismo sobre los límites de las intenciones de las personas, ya no quería escucharlo y no es porque diga cosas malas es porque a mi también me gustaría ser escuchada. Él lo hace, pero no muy seguido, y me agrada que sea así, puede ser que por esa razón nuestra relación ha durado muchos años.

El abismo del silencio que existe entre la distancia de un asiento a otro en el sillón es reconfortante, papá hace que ese espacio sea único y nuestro. A él no le gusta que fume, como a la mayoría de personas que me conoce, es por eso que me salgo de manera tan abrupta, para no incomodar y para que no me regañe. No me gusta verlo molesto conmigo. Papá es la mejor persona del universo pero también es la más maquiavélica.

Mientras patinaba pensaba en analogías sobre la vida, llegué a la conclusión de es estúpido decir "la vida es como fulanita cosa... bla bla bla", porque la vida simplemente es eso, vida. Empecé a reír como loquita mientras las personas que hacen ejercicio nocturno o las que sacan a pasear a sus amigos caninos me veían como si fuera un objeto curioso y peligroso; reí más.

Claro que hubo un momento de decisión en el cual estaba el conflicto entre dar otra vuelta más o regresar, la señal me la dieron los perros, odio que me persigan, sobretodo porque tiene mucho que dejé de patinar así que soy torpe y al acelerar me puedo medio matar. Sentí miedo, y el miedo es lo que nos hace caer, detenernos o seguir.

Así que a la hora de regresar tenía un extraño presentimiento de caerme, uno mismo se hace bromas de mal gusto. Porque en la tarde pasé a dejar a una amiga más lejos y no tenía miedo a que pasara algo malo, confiaba en los patines, en mí y en todo el universo. Pero hace rato pum, adiós pompitas de lechuga. Tuve miedo y no sólo fue la caída, incluso antes me andaba tambaleando, después me caí, y para rematar me enfrenté con los perros que tanto detesto. Todo eso en menos de cinco minutos.

Tal vez eso deba enseñarme a no salir a patinar en la noche o ahorrar para comprar un casco y rodilleras e incluso a ser más precavida. Sin embargo, sé que no lo haré y que mañana, como hoy, volveré a patinar.



Rolita para caerse a gusto:






lunes, 31 de agosto de 2015

Fin de mes

Muchas veces espero el fin de mes tronandome los dedos pues el dinero no alcanza y siento esa presión en mis hombros flacuchos y amplios. Sin embargo, este fin de mes es distinto a los demás, hoy fue un buen día. Claro que lo fue, en retrospectiva fue uno de cincuenta-cincuenta de los que he tenido en este mes.

Debo admitir que desde que comenzó he estado a la espectativa de la llegada de M. Tenía miedo a enfrentarlo a verlo y que me ignorara o me viera con la sosobra del rencor. También mandé al carajo a E

Volví a ver a alguien que mi mente presumía y vociferaba que me le encantaba. Cuando en realidad creo que hasta me cayó más mal de lo que sospechaba. Encontré alguien con quien poder entenderme cuando quiero ser brillante pero después me siento tan triste y vacía como cuando llegué.

No me ha ido mal, tampoco bien. Es el tiempo de la canícula lo que hizo que sintiera eterno este resplandor de las últimas esencias del verano.

Busco y encuentro. Lo esperé, y lloré desconsolada porque no pudo amar mi más transparante forma de ser. Soy alguien melodramático, alguien que como puede reír euforicamente, mira desafiando la profundida del ser, y presiona y presiona hasta llegar al núcleo de los pensamientos centrales. Los deseos ocultos y desteñidas verdades.

Quería ver que pasaba este mes, para ver que tanto podía soportar. Amortiguar por mí misma... el alejamiento, la incertidumbre, el desdoblamiento y el desapego.

Mi corazón no funciona muy bien, lo intenta. Algo les puedo decir, he crecido. Ahora sé que es mejor enfrentar todos aquellos temores que estar a la espectativa y buscar Stanleys por la vida a ver si uno de ellos es el que con tanta comodidad y alegría me traía a casa.

Ya no están sus sonrisas. Ahora sólo las mías, las que quiero mostrar. Un poco de valemadrismo, otro poco de egoísmo una pizca de falsa seguridad, alzar las pompas a la hora de caminar y con mis ojos lo demás ignorar.

Espero volver a encontrar a mi musa, a mi hada, a mi reina destronada y prometida. Debo encontrarme porque no estoy perdida pero si desintegrada en este glorioso fin de mes.

¡Qué bueno que acabó!

(Porque como tú, jamás volverá a regresar, tan sólo en mi mente... en mi mente, podrá estar).



sábado, 1 de agosto de 2015

Enough is enough

Hoy tuve uno de los sueños más lindos de todo el verano, no tenía idea de quien era, sin embargo me tomaba de la mano como si nunca quisiera perderme. Le sonreía, trato de recordar su rostro ¿acaso se trataba de recuerdos entre buscados de mis amores platónicos o los pasados? No lo sé.

Le ayudaba a llenar una habitación de puras burbujas de jabón, él me decía que su mejor amiga las amaba y que le hacían muy feliz. Yo recordaba los restos de mi primer amor, sonreí cabizbaja. Aquel desconocido que en mi corazón amaba profundamente seguía soplando burbujas, lo maravilloso es que no se rompían, eso era lo mágico.

Entonces reflexioné, esto no es normal, las burbujas se rompen, pero éstas no. Y de nuevo caí en la cuenta de que en ese dulce sueño de verano estaba la realidad omnipotente a la que tanto detesto, esas burbujas no se rompían porque eran hechas con el amor infinito de él, él la amaba pero aún no se daba cuenta, y yo, sólo lo deslumbré. Lo besé con cariño y le dije adiós, el no entendía por qué, y sólo le susurré a ella... "él no lo sabe pero yo sí, y eso debería ser suficiente para ti".

Desperté.

Hoy de nuevo me sentí triste y miserable por estar sola, por no tener a alguien a quien amar, lo estúpido es que me tengo a mí.

Y creo que está bien todo esto, creo que tenía que pasar el realmente sentirme repudiada por el universo para darme cuenta que no tiene nada de malo bailar solo. El vacío persiste, sin embargo, ahora no le doy explicaciones al mundo de mi torpeza a la hora de danzar.

A veces me creo todo lo que en mi cabeza llega a pasar como un simple concepto de las formas correctas de lo que es el amor, la comprensión, aceptación, tolerancia... me creo un personaje más de las novelas que con tanta parsimonia leo o un verso de la más triste canción.

¿Qué soy?

Tan sólo una recopilación de historias fallidas y desastres industriales.

Soñé que alguien me amaba, pero ni eso era cierto.

Si esta es la muerte de todo el romance, entonces cielo, ahogame en la lluvia tardía, arrastrame a la realidad.


Rolita para chillar a gusto:


miércoles, 22 de julio de 2015

Diamante

Mi más bonita estrella; diamante
estás más distante que el coral de los mares
difícil es aceptar las palabras que sacaste
diciéndolas 
en pertrechadas oraciones. 
ya no hay rezos para esta noche,
¿a quién se supone que le cantaré?

Simplemente veía en tus ojos
luz
alegría
energía 
cariño.

Y nunca fuiste mío,
tarde lo vi,
no te dejé ser libre
atrapado en este torrente de caricias,
ave silvestre,
eras rojo 
mi dulce despertar.

Lacónico en las horas que deseo arrebatarte 
toda la felicidad que te di.
Mas nunca fue así
mi amor ya era tuyo
volé cuando me tomaste en tus brazos.
No sé decirte adiós.
Es necesario.
No quiero, me niego, 
el soltarte es como negarte
y si debo negarte
¿por qué no mejor me disparaste?

Triste y taciturna en las mañanas,
es un buen cóctel, es la manera en como lo consigo.
Los días buenos se escapan como tú.
Ya no estás, ¿alguna vez estuviste ahí?
Déjame creer que si. Que fue así.
Los registros de los pétalos de las bugambilias anuncian
el cambio,
la estación en dónde comencé a odiarte.
Fui tan sublime, tan increíble, tan fantástica,
una diva maravillada en ceder, en soportar
amortiguar
(lo que siempre quise que fueras)
y ahora ese odio
es amor, aquel terriblemente verdadero.
Quiero volver a amarte de la manera libre y certera, aquella que no cansa,
aquella que es buena;
¿me dirás que sí?

Aspiramos a más. 
Mi camino es disperso como las gotas de lluvia, 
me gusta llover.
A ti te encanta lucir como un astro.
D-í-a-M-a-n-t-e

Resbalas y vuelves a ser firme.
Me cuesta tomar el control,
y enterrado esta noche te quedarás.
Ya no me importas,
ya no quiero que vuelvas...

Daños causas, eres terremotos.
Un maldito dinosaurio y yo una ciudad enferma de creer en tu omnipotencia.

Eres un Dios malvado.
Juez y seductor.

Debo decirte adiós.
Es necesario.

Mi cuerpo se amoldó a tus mordidas.
Mis uñas rasgan la pared
sangrante, te añoran.
Te son fieles.
Y desleales a los deseos del cerebro.

Ahora volaré.
Ya lo estoy haciendo.
Te digo adiós, monstruo.
Te tengo que decir adiós mi más dulce a-M-a-n-t-e.

Porque el corazón no se puede detener hasta que muera,
y es tan grandioso lo que me espera, es tan mío.
Como tú del universo.

Mi más bonita estrella; diamante.

(Feliz Cumpleaños)



martes, 7 de julio de 2015

Milpita

Hubo una vez en que mi padre me dijo, mientras nos dirigíamos hacia una de esas salidas de noche en busca de olvido, "a cada quién le llueve en su milpita". Y esa frase, al igual que otras, se ha quedado impregnada muy en el fondo de mi mente. 

Aunque no lo crean tengo frases que me gusta repetir y pensar de manera minuciosa pues temo que un día ya no las pueda recordar. Tal vez es que por eso me gusta pasar mucho tiempo con mi abuela pues ella recuerda muy bien las que le decía su madre y su suegra, las cuales estaban llenas de sabiduría y por qué no, también picardía. 

Yo no siento que llueva en mi milpita; graniza. Me golpean como si fueran meteoritos todas aquellas cosas que están pasando en mi vida. Y lo único que puedo hacer es soportar a que aquella tormentita termine o buscar desesperadamente lonas y sombrillas para cubrir la cosecha del año. 

Y es que lo que en verdad quiero hacer es olvidar. Ignorar que pasó. Simplemente, seguir con mi vida antes de saber que estaría él, (con ellos). Pero, temo que esa sea una manera más del arrepentimiento. Y si me lo preguntan no estoy arrepentida de nada. 

Lamento no haberlo aprovechado.

Casi todo el tiempo estaba molesta con él, con las circunstancias, con mi propia milpa y no tenía idea de que ese chipi chipi se convertiría en un ciclón. 

Pero el hecho de que sienta que no lo haya aprovechado no significa que no lo valore, siempre quería que el tiempo con él se detuviera. Quería ser eterna para él. Quería una vida con él. 
Ahora tengo todo lo contrario.

Esto es difícil, es agotador siempre quejarse de lo habitual, es enfermiza la manera en que hago las cosas, es decir, ni siquiera puedo mirar sus fotos por error, cuando en mi corazón su rostro está grabado como si hubiese sido cincelado en mármol. Evito recordar momentos que tuvimos en esta gran ciudad, y ahora hasta tengo miedo de ir a otra porque presiento que su aroma sigua latente. El colmo está en que cuando duermo, sueño con él.

En mis sueños ahí estás. Y ahí están.

Intento no hacer caso. Son sólo pesadillas. Porque ni siquiera sueño algo lindo, son puras despedidas y promesas de olvido.

Te quiero olvidar. 

Necesito olvidarte. 

Deseo olvidarlos.

No tengo idea de cuantas veces tenga que pasar por esto, ya no quiero. No es sano. 

¿Qué clase de persona tengo que ser para siempre ser sustituida por alguien más?
¿Acaso soy un monstruo que intenta devorar todo el amor que me presumen tener?
¿Y por qué no es infinito, por qué siempre tiene una fecha de caducidad? 
¿Por qué, maldita sea, alguno de ustedes no se quedó conmigo?

Y miren ya los estoy olvidando. No sé de quién hablo. Ya los olvidé.

(Pero ellos saben que es una mentira, una gran y deliciosa mentira)

Mientras, aún debo salvar lo que queda de mi milpa. 

miércoles, 1 de julio de 2015

¿Por qué no me arrojaste granadas?



El daño ya estaba hecho.

La nena se puso a llorar al ver que había matado a aquel pajarito que se contoneaba hace unos segundos por el aire. Ella estaba atónita, jamás pensó que uno de sus arranques de locura la llevarían a asesinar a una pobre avecilla.

La nena estaba confundida por aquellas cosas que había escuchado, le hubiera gustado que fueran una mentira. No era buena manejando el rechazo y mucho menos el desapego. Así que salió corriendo del salón hacia el jardín. Y ahí estaba una bonita ave con su piquito reluciente bailando en el aire mientras probaba el néctar de las flores.

Eran granadas.

Como los sentimientos de ella, rojos semiamargos.

El daño se consumó cuando el viento duramente sopló y la nena que se encontraba llorando bajo ese árbol de granadas, en la sombra, sintió un aúch.

Una granada había caído en la cabeza de ella, así que se desquitó lanzándola sin ver fijamente y le dio al pequeño y juguetón gorrión.

Muriendo prematuramente, asustando a la chica, cayó el pájaro, tal cual como los sentimientos hacía él que no le quiso arrojar mentiras y le arrojó la cruel y manchada realidad.



lunes, 29 de junio de 2015

¿Y ahora?

Las siguientes líneas de este tratado cuentan como perdí el sentido de saber lo que es estar bien. Incluso antes de estar con alguien no sabía cual era mi gran meta, siempre hay una voz que todo interrumpe, y si no es una voz, es una penumbra que se instaura en mi estado de ánimo la cual me impide hacer todo lo que tenía en mente hacer.

Ahora, como siempre, busco un soundtrack que vaya acorde a las situaciones en las cuales me veo envuelta. Un poco de los Pixies, un poco de Placebo, otro poco de Anathema, o era Tune Yards en fin un poco de un poco... Nada me satisface, ni el mísmisimo Robert Smith. ¿Es qué acaso ahora me atrae más Bowie o regresará mi fiebre por Corgan? No. No es nada de eso.

Este soundtrack es diferente a los demás.
Pero es pura mentira. Sólo cambio de gustos para no pensar en el pasado.

¿Era bonito? ¿Era agradable?
Y si así fue, la lluvia ya se la llevó.

¿Por qué te extraño? ¿Por qué los extraño? ¿Por qué no mejor me extraño a mí?

Apatia.

Analizando las cosas que dejé de hacer me doy cuenta que tal vez si era buena transgrediendo los umbrales de la ignorancia, es decir, hacer las cosas sin pensar.

Dejé de pintar.
Dejé de escribir.
Dejé de crear.

¿Es tan difícil volverse a encontrar?

Vi mis fotos viejas, siempre he sido extravagante, en algunos momento me sentía bonita, como cuando me gradué, estaba furiosa, pero de igual manera... esa noche fue mágica.

O como cuando cumplí quince y usaba ese vestido rosa, que aún uso y conservo... ese que tanto les gusta a los chicos porque pueden ver más allá de lo que dejo notar.

Nunca he tenido un bonito cuerpo, siempre una linda cara.

¿De qué sirve si ahora no puedo ni sonreír?

¿De qué sirve todo esto?

Y pido al hado de las ilusiones que me ayude a encontrar de nuevo el fervor que le tenía a la vida, a las grandes aspiraciones, y no sólo a un momento, sino por unos prolongados años para que así jamás deje de brillar.

Porque si me preguntan estoy en el lado oscuro de la luna, soy ese lado oscuro y vacío.

Deseo nuevamente deslumbrar.

domingo, 28 de junio de 2015

Perfectos perdedores

¿Recuerdan esa canción de Beck la cual tenía un corito en español?

Bueno, estos días así me he sentido, "yo soy un perdedor, I'm a loser baby..."

Todo comenzó el día en que me di cuenta de que M no era feliz conmigo, y tristemente fue tarde. Uno puede oler las mil y un razones por las cuales las personas se alejan o se comportan de manera distinta, yo no quise hacer caso. Y quería confiar cuando jamás confié. Fui ingenua y creí que con amor y reproches sobre ese gran amor que tanto alardeo tenerle, bastaría. Qué tonta.

M se fue. M ya no está, M no quiere saber nada de mí. Me quedó claro, y se fue alejando rápido, como cuando uno huye. Tal vez él huía y yo no me daba cuenta. M está en mi mente.

M en la ducha.
M en el auto manejando.
M sonriendo.
M tocando mi pecho.
M bailando.
M llorando.
M gritando.
M limpiando sus lentes.
M cantando a todo pulmón.
M hablando.
M dándome la mano.
M frustrado.
M gimiendo.
M yéndose.

Pero aunque M se haya marchado, y haya prometido volver. Mi corazón y mi mente saben muy bien que eso no es así. Nadie sabrá lo mucho que lo amé, más que él y yo. Nadie más puede ser testigo de esto más que nuestras manos y ojos...

¿Qué, qué pasó?

Ni siquiera yo lo sé. Yo no quería que esto sucediera. Amo muchísimo a M. Lo amo a tal grado que estoy escribiendo sobre él.

Lamento humillarme, lamento que él lo tome así, lamento tantas cosas... lamento no poder olvidar y negarlo cómo él a mí.

Él ahora finge que jamás existí... y eso me hace pensar que tal vez también me tire a la basura, lamento no ser suficiente para él. Y por eso es que soy una perfecta perdedora.

Perdí, de nuevo, el amor de una persona.

No tengo idea de dónde podría estar o en qué lugar lo dejé.

Pero él al igual que yo, perdió. Nadie ganó nada, él tal vez la compañía de una sensual húngara, tal vez sea el amor de su vida, tal vez el se sienta un verdadero triunfador. Porque aún sigue negándose que ha perdido...
y si él perdió algo fue
mi sonrisa
la risa de la luna.

No parece mucho, tal vez no sea mucho. Sin embargo, así es cuando quieres que te mientan. Cuando buscas desesperadas mentiras para no sentirte mal de que haya terminado todo el amor, todo ese cálido y tenue sabor a mandarinas que sigo buscando de M en las noches.

No sé cuando podré enterrar todo lo que en esa madrugada M mencionó. Espero pronto.

(Porque ya no quiero perder)

sábado, 28 de marzo de 2015

Besos

Mendigo besos porque es lo único que sé, que se hacer bien. Porque de esa manera bajo miles de calorías al día, porque me hacen sentir feliz, porque cuando te enojas ellos hacen que me acerque más y más a ti. Me gustan los besos porque es la manera más fácil de decir a alguien que lo amas como que también lo odias.

Si por mi fuera besaría a todos aquellos que me atraen, que quiero y que respeto. Besaría a la flora celestial de tus ojos. Besaré tus lágrimas cuando te sientas derrotado. Besos y más besos. Amo besar, tal vez tanto como amo pintar, y aunque no lo crean cada vez que hago el amor contigo utilizo mis labios como pinceles para dibujar la más grande obra de arte en el universo en tu nítido cuerpo.

Beso por cólera cuando siento impotencia por la frívola realidad, beso por lástima cuando no sé que hacer al verte tan triste y acongojado, beso por enojo. Pero el peor beso que he dado es cuando sé que no habrá un reencuentro. Cuando es para siempre, cuando esos labios marcados por mi más dulce amor se mancharon con el desprecio del ser, cuando son sustituídos y no recordados.

Beso por singulares razones en el planeta, me podría besar cualquiera, sin embargo no a cualquiera. Suplico besos a aquellos corazones que se sientan en la pradera en espera del primer amor, rompo su corazón de manera sútil para que vean que besar puede significar más que una simple acción. Un beso sin amor es como una marchitada flor, con un principio bello pero podrido por fuera.

Besos
suaves
nítidos
en contraste
con la brisa
de un mar distante
          flores
y más de ellos
tús labios
         y el alhelí
risas estruendosas
tu aroma
mi sexo
todo culminando
en un
S U E Ñ O.

sábado, 21 de marzo de 2015

Tanto como él

M lo volvió a hacer. De nuevo olvidó mi existencia, pero es muy obvio, en realidad creo que la mayoría del mundo olvida mi presencia. No es su culpa, intento reprenderme, no es su culpa, trato de convencerme. Sin embargo, aunque uno intente no agredir esos umbrales de las intenciones, duele.

M otra vez me dejó en casa, pero es entendible soy un gato. Ya no es como antes, como cuando era tierno y bonito, cuando era novedad. Ahora estoy gordito y grande, ahora me quedó en mi jaulita a pesar de que siempre está abierta para ir por agua y comida. Lo malo es que últimamente hasta alimentarme se le pasa.

Trato de entender a mi amo, en serio que lo intento, él dice que me quiere mucho, que soy su minino favorito, pero cuando lo veo salir y me asomo por la ventanita su suspiro de hartazgo me llega hasta aquí, a dos pisos arriba.

Había ocasiones en las que él se quedaba en casa conmigo a jugar, veíamos las televisión o lo ayudaba a cocinar, pero ahora sólo lo veo por las noches cuando llega al departamento, es cuando lo saludo, me acerco a él y lo limpio con mi lengüita. Pero supongo que a él no le agrada, porque se aleja.

¿Es qué acaso he sido un mal gato?

Tal vez sí. Es cierto que a veces me gusta jugar en su pancita, y que no hace mucho me comí el boleto de estacionamiento, no pensé que fuera serio, pero lo fue. Se enojó tanto que en el baño me encerró, y él sabe cuando odio ese lugar. Maullé y maullé, y no abrió la puerta, hasta que me quedé dormido y desperté en mi jaula encerradito sin mi mantita para arañar, fue una noche terrible, creí que me iba a tirar.

M es para mí la mejor persona, mi humano favorito. Él me rescató cuando a mi antiguo dueño le dieron una perrita y me dejó en una cajita junto a un basurero. Yo amo a M. Y sentía que M me amaba también. Lo hacíamos todo juntos. Y yo sigo haciendo las mismas cosas, pero el vacío de él me hiere.

¿Qué si he pensado en fugarme y encontrar otro dueño? Claro que lo he hecho, pero tengo algo que no tienen los demás gatitos, y eso es lealtad. No sé si M lo vea, o lo entienda, espero que sí, porque yo quiero envejecer con M y ver como crece más de lo grandioso que ya es.

Oh que veo ahí, si es él... voy a acercarme sigilosamente.

-Meow, meow. -¡Qué bueno que ya llegaste! Eso es lo que le digo, mi colita se levanta y baila felizmente.

-Ah eres tú. -Responde una voz omnipotente llena de cansancio y desgano, suspira y lo mira con desdén como si el gato entendiera un universo más allá que esas cuatro paredes. -Luego charlamos.-Y se marcha a su habitación apagando la luz dejando a un gato asustado y triste, tanto como él.


lunes, 16 de marzo de 2015

Vacuo

En estos días, me he dado cuenta de lo tontos, idiotas y vacíos que solemos ser al preocuparnos por cosas tan vanas y tan faltas de importancia. Sin embargo, a veces, se me olvida que la importancia y la relevancia nosotros se la damos.

Somos, en algunos momentos, una especie de Dios el cual dedice que es lo que realmente vale y lo que no simplemente lo desechamos en un vacuo licuado de dudas. Estos días, he revisado, como si fuese una especie de espía o de psicótica, las cuentas de muchas personas. Algunas las conozco y a otras no, al principio lo hacía por la curiosidad, el morbo, pero después fue como un objeto de estudio. Luego de un rato me aburrí y me entristecí.

Todas sus ideas me parecían carentes de sentido; y es que de aquellas personas que conozco, me decepcioné más al ver lo humanas que son al igual que yo.

Cuando llego al colegio me encuentro con rostros ajenos a las sombras ya conocidas, veo sus caras, sus expresiones, y me aterra en lo profundo saber que soy para ellos. Y muchos dirán pues qué te valga madre, pero... ¿realmente lo hacemos? En la cotidianidad buscamos agradar a muchas personas, porque queremos sobre salir, ser seres imponentes e importantes como para marcar cánones de comportamiento y tendencias a seguir. Queremos ser Dioses desterrados y odiados por nuestra generación para ser idolatrada en una futura sociedad.

Pero, reitero, somos tan pinches vacíos, que no nos damos cuenta de todo esto, y no estoy diciendo que yo no lo sea por notarlo, no. Lo admito, soy igual de hueca que toda esta idiosincrasia en la que me tocó vivir.

Al menos sabemos que no estamos perdidos, tenemos GPS para encontrarnos o tan siquiera para presumir en dónde hemos estado. La vida ha dejado de ser tan sencilla, lo curioso es que al tener más cosas que nos facilitan la vida, y hacérnosla más... "sencilla", en realidad a creado un efecto totalmente contrario. Nos hemos vuelto flojos, y faltos de ganas por marcar una diferencia en las artes, en la cultura, en la inteligencia de la espiritualidad, nos cultivamos a lo idiota. Retenemos y memorizamos información como simples vasijas, como robots programando nuestro próximo comando.

Olvídamos cosas tan primordiales como la libertad, la cual la tenemos en nuestra mente, peleamos causas perdidas cuando en realidad lo que está perdido es el alma de uno mismo; ser mejor hacia su entorno, es decir, de poquito en poquito hasta llegar a un colectivo. Ser alguien bueno, sin tener que ser retribuido.

Somos una sociedad de oferta y demanda. Y eso, me enferma. Es por eso que a pesar de tener tantos pedos mentales y sentimentales por creer que soy la víctima del mundo intento mejorar mi perspectiva sobre la vida, trato ya no de quejarme abiertamente por la estúpidez de los demás cuando puede que esté más idiota que ellos.

Es cierto, no soporto las quejas de situaciones tontas como no ir por un helado, no ser saludado por alguien, que todo mundo te juzgue porque hiciste algo malo en el pasado. Empero, todos, en un momento de nuestra existencia nos hemos quejado y sentido así. De modo que intento darle la vuelta a la página y ser mejor.

Eso no significa que de un día para otro amaré a esa persona o soportaré su pinche mala vibra, porque hay que también recalcarlo hay personas que quién sabe por qué, les gusta ser mala onda. Les llena de felicidad o es la manera en como les enseñaron a conseguir logros.

Y esas personas falsas son las que más detesto. Sin embargo, también son las personas que más ayuda requieren, porque pienso que sus sentimientos están infectados por un virus maligno y nosotros tenemos el antídoto para mostrarles que no todo está perdido.

Por lo que para terminar esta letanía llena de inconformidades ante la pequeña sociedad que me rodea, me gustaría mandarlos a la chingada y decirles que jamás he necesitado de su aprobación, cariño y admiración. Lo cual es una mentira, porque muy en el fondo de mi vacío ser eso busco, por eso tanta pinche llamada de atención en cualquier estilo que llegue a conocer a veces es consciente y la que más llego cometer es la inconsciente...

No digo que lo cambiaré, sólo mejoraré, mejoraré... tal vez eso algún día haré.

sábado, 7 de marzo de 2015

Cántame una línea de tu canción favorita

Cántame una línea de tu canción favorita porque en ese momento me enamoré de ti. Recuérdame porque debo estar contigo y únicamente contigo. Dame excusas para que tome fuerzas del viento y pueda continuar sonriéndote como cuando te besé por primera vez.

Aún me niego a creer que este gran amor aferrado que siento por ti se desvanezca y perezca al ritmo de la música de una ciudad perdida la cual conocemos muy bien.

Hoy de nuevo me desperté con esa sensación de perder, de otra vez tener que volver a reconstruir los pedazos de un miembro imaginario. No sé porque está sucediendo esto de nuevo, tal vez y sí hay algo malo conmigo. Tal vez yo induzco a las personas a sentirse perdidas, inseguras y confundidas. Porque yo lo soy, no todo el tiempo, sólo cuando pierdo el control y las ganas de vivir por miedo a fracasar algo que no he intentado, cuando me dicen que no, cuando se alejan de mí, cuando soy yo en mi forma más oscura...

Sin embargo, lo último que quiero oír de ti es la canción en dónde me dices que tienes que partir porque es mejor para los dos.

¿Para ti, para mí, para el mundo?

Y me hace preguntar si fue buena idea hacer una coalición de planetas totalmente diferentes tú eres Urano y yo soy una soñadora Saturno, tus pies siempre están en la tierra y los míos quieren estar en la luna bañados de traviesa tersa blanca arena.

Hoy no se trató de ti.
Hoy como siempre quise, egoístamente, que se tratara de mí.

Ahora lo entiendo, ahora veo porque difícilmente alguien puede atarse a mí, es porque el brillo que porto es sumamente extraño, tanto que pocos lo han podido notar, a pesar de que es un brillo, y cuando creen haberlo logrado, este brillo desaparece, se va, se esconde, pasea por el espacio en busca de estrellas con las cuales compararse, con las cuales jugar, y cuando regresa es demasiado tarde, porque nadie pudo agarrarle su paso.

Mira el cielo, tan oscuro, tan nublado y tan lejano, velo, admíralo, siente mis palabras susurrando tus oídos, y cántame una línea de tu canción favorita.

martes, 6 de enero de 2015

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Hace no mucho iba a entrar a un pequeño concurso para que me publicaran un cuento, el tema era las fobias, me sentí identificada; empecé a escribir. Sin embargo, no envié nada, y mucho menos terminé algo.

Si he de ser honesta, le tengo miedo a las aves, y a quedarme ciega. Pero todo eso no se compara con lo que he vivido en recientes fechas, me da terror no tener un lugar o una persona a la cual llamar hogar.

Tal vez sea una etapa, ojalá lo sea, porque cada mañana me despierto con esa fría sensación de no tener el respaldo de alguien que por cierto, he llegado a la conclusión de que tal vez y es por eso que uno busca refugiarse en una fuerza extraordinaria a su existencia, es decir, un Dios.

Pero en mi caso, aún no busco a ese Dios amoroso y redentor, ya que siempre ha estado presente en mi vida. Hablo sobre la familia, aquel primer núcleo en el cual se aprende de una manera primaria a como adentrarse a la sociedad. Aclaro que como persona me contradigo más de lo necesario, y que muchas veces mis ideas no son fijas, no obstante, estos días me he sentido totalmente desaliñada de lo que soy.

No es novedad que discuta con mi mamá, pero ahora es hasta con el perro esas bolas de basura mental, muchas veces deseamos ser comprendidos y ni siquiera entendemos el entorno en el cual nos estamos expresando. Papá pide que lo respete, cuando en realidad jamás se ha cruzado esa línea, mis hermanos pides un refugio mientras yo me desmorono en sus brazos.

Lo admito, creo que mis problemas del año pasado eran bastante sosos como para que hoy diga que le tengo horror a no tener un hogar. Tener una persona que no importa lo que pase, me seguirá queriendo, y hará lo imposible por mí, porque al final, eso es lo que la mayoría busca.
Un hogar.