domingo, 28 de junio de 2015

Perfectos perdedores

¿Recuerdan esa canción de Beck la cual tenía un corito en español?

Bueno, estos días así me he sentido, "yo soy un perdedor, I'm a loser baby..."

Todo comenzó el día en que me di cuenta de que M no era feliz conmigo, y tristemente fue tarde. Uno puede oler las mil y un razones por las cuales las personas se alejan o se comportan de manera distinta, yo no quise hacer caso. Y quería confiar cuando jamás confié. Fui ingenua y creí que con amor y reproches sobre ese gran amor que tanto alardeo tenerle, bastaría. Qué tonta.

M se fue. M ya no está, M no quiere saber nada de mí. Me quedó claro, y se fue alejando rápido, como cuando uno huye. Tal vez él huía y yo no me daba cuenta. M está en mi mente.

M en la ducha.
M en el auto manejando.
M sonriendo.
M tocando mi pecho.
M bailando.
M llorando.
M gritando.
M limpiando sus lentes.
M cantando a todo pulmón.
M hablando.
M dándome la mano.
M frustrado.
M gimiendo.
M yéndose.

Pero aunque M se haya marchado, y haya prometido volver. Mi corazón y mi mente saben muy bien que eso no es así. Nadie sabrá lo mucho que lo amé, más que él y yo. Nadie más puede ser testigo de esto más que nuestras manos y ojos...

¿Qué, qué pasó?

Ni siquiera yo lo sé. Yo no quería que esto sucediera. Amo muchísimo a M. Lo amo a tal grado que estoy escribiendo sobre él.

Lamento humillarme, lamento que él lo tome así, lamento tantas cosas... lamento no poder olvidar y negarlo cómo él a mí.

Él ahora finge que jamás existí... y eso me hace pensar que tal vez también me tire a la basura, lamento no ser suficiente para él. Y por eso es que soy una perfecta perdedora.

Perdí, de nuevo, el amor de una persona.

No tengo idea de dónde podría estar o en qué lugar lo dejé.

Pero él al igual que yo, perdió. Nadie ganó nada, él tal vez la compañía de una sensual húngara, tal vez sea el amor de su vida, tal vez el se sienta un verdadero triunfador. Porque aún sigue negándose que ha perdido...
y si él perdió algo fue
mi sonrisa
la risa de la luna.

No parece mucho, tal vez no sea mucho. Sin embargo, así es cuando quieres que te mientan. Cuando buscas desesperadas mentiras para no sentirte mal de que haya terminado todo el amor, todo ese cálido y tenue sabor a mandarinas que sigo buscando de M en las noches.

No sé cuando podré enterrar todo lo que en esa madrugada M mencionó. Espero pronto.

(Porque ya no quiero perder)

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