miércoles, 11 de octubre de 2017

No entiendo

Al parecer soy una lerda más del universo, pues no entiendo muchas cosas.
Y por más que trato de digerirlas, no más no me pasan.
No entiendo por qué somos más gentiles con aquellas personas hijas de puta, las que se han reído o burlado de uno, la que nos han tratado con la punta del pie, las que les importamos muy poco.
Mi cabeza llena de cabellos todos desaliñados no lo procesa.
Y tampoco puede creer que haya tanta hipocresía en ti, en ella, en él, en la persona que escribe estas palabras.
No entiende porque cuando una persona que no te ha tratado del todo bien y te llega a hablar bonito uno hasta las nalgas quiere dar.
No más no.
Y peor aún, aquellas personas que han estado contigo, las que realmente te aprecian, cuando te dicen algo, bang, las haces a un lado.
¿Y lo pueden ver?
Sí, se vuelve un círculo vicioso en dónde uno espera retribuciones.
No entiendo porque seguimos esperando.
Por qué espero.
No entiendo por qué cuando buscas a las personas, éstas salen con cualquier cosa, siempre hay tiempo.
Y si se busca a las personas, si se busca a alguien es porque en verdad algo está pasando, y sólo requieres de un momento de compañía.
No entiendo por qué lo negamos.
Por qué nos negamos.
Y tampoco entiendo por qué querer encajar, por qué pretender ser algo que no somos.
Por qué hacernos más interesantes cuando ya lo somos.
No entiendo por qué si somos tan simples, nos hacemos complejos con las mentiras.
¿Es que acaso no es más fácil decir?
Oye, te quiero.
Oye, me gustas.
Oye, no quiero que me dejes de hablar.
Oye, quiero importar en tu vida.
No, no lo hacemos. Porque nos da miedo.
Y no entiendo por qué tener miedo.
El rechazo es algo normal.
Y no entiendo por qué es normal.
Cierro los ojos y pienso en lo exhaustivo que se me ha hecho lidiar con las opiniones de los demás,
cuando en realidad la más difícil de entender es la de uno mismo.

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