Me subí a cambiar algo... y después de hacerlo, prendí como siempre mi tabaco, sentí la recorfortante pero matadora escencia de nicotina mentolada por mis pulmones, sacandolo por mi boca y nariz.
Miré al cielo, y ahí había un planeta, ¿venus o marte? a veces me olvido de cual es... pero entonces en mis deseos más insolitos quise ver a profundidad como es... miré al cielo y vi estrellas, quise acostarme en el frío y aspero suelo... pero recordé que no podía.
No puedo, aún no... mirar a las estrellas del cielo marino, es como mirarte... quisiera poderme acostar a admirar todo tu esplendor sin quedarme ciega. Aún no es tiempo, por eso quiero un telescopio... para poder mirarte... en cualquier parte del mundo, incluso si es en mi habitación.
Sentir tus fríos pero tan adorados labios, tocar tu piel aspera... pero suave a la vez... ¿sabes a qué me refiero? vamos querido... sé que sabes.
De nuevo otro tabaco que se termina, de nuevo un minuto menos de vida... realmente no me importa, realmente se me hace algo inútil pensar cuándo y cómo... mejor pensaré en ti, en poder verte no solo el alma... sino el cuerpo entero.
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