sábado, 1 de abril de 2017

Otra madrugada exiliada del sueño

Desde pequeña fui siempre muy curiosa,
me gustaba investigar sobre la nada,
acababa deprimida,
jamás encontraba tu voz.
Sola entre papeles dormitaba,
imaginaba un mejor porvenir para mí,
viviendo lejos como el sol,
y eme aquí, tan triste.

No es que no cuente,
o que no de vista de aquello,
(que se supone que deba)
perdí el motivo.
Creí verlo en tus sonidos.
Desee que fuera así.
Siempre es en perspectiva reflexiva.

No sé utilizar las palabras correctas,
te hiero,
me lastimo,
somos castigadores.

¿De verdad quise esto para mí?
El hallarme fúnebre por no satisfacer,
por no entenderte,
por no saber que querer,
que aguardar.

¿A dónde quedaron mis nubes infantiles?
Tan enamoradiza,
tan inocente,
tan frágil,
tan idiota.

Dudo en la eficacia de mis sentimientos,
no puedo acercarme tan fresca;
marchita.
La náusea regresa,
te extraño,
me extraña el hacerlo.
Yo no era así.
Sólo era curiosa.


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