viernes, 26 de septiembre de 2025

Extraño esa depresión donde no me dan ganas de comer

Últimamente me preocupa muy profundamente el futuro. Creo que es por eso que como demasiado, me da una hambre atroz, aunado a la quetiapina (antipsicótico) que uso para poder dormir, porque sino no duermo. 

Odio estar gorda. 

Odio ser gorda.

Y siempre lo he sido. Me gustaría ser alguien muy, muy delgada, a veces pienso que si fuera alguien con un buen cuerpo no tendría tantos problemas en la vida. Y me río en mis adentros porque sé que eso no tiene tanto sentido y a lo mejor sí porque más personas me voltearían a ver y se darían cuenta que no soy una pendeja del todo. 

Qué sé yo, tal vez si soy una pendeja del todo por pensar en esas cosas.

Como sea, me preocupa mucho todo porque ya no sé si quiero seguir haciendo poesía en serio, o terminar la novela que escribí o reeditar mis cuentos feos, tal vez si están muy feos.

No sé qué hacer porque tampoco estoy titulada, han pasado nueve años que salí de la universidad y no me he titulado, y pienso que podría hacerlo y hacer el examen de oposición y volverme docente.

Y luego está la tonta validación, ¿por qué nadie me voltea a ver?

Solo está Juls.

¿Por qué parece que no es suficiente?

Ahí es donde siento que me hace falta un loquero, porque siento mucho enojo, furia, resentimiento, envidia y sobre todo un miedo tan profundo a lo que no ha sucedido.

¿Algún día tendré un hogar bonito?

¿Me casaré?

¿Podré viajar sin tener preocupaciones?

¿Un trabajo estable que no odie tanto?

¿Un fondo de retiro?

¿Un cuerpo que me guste?

¿Ropa bonita?

¿Vínculos que no se vayan?

Hoy soñé con Lala, la extraño mucho, y mi subconsciente lo sabe, estábamos en la casa de papá, y ella venía con Pablo, se disculpaba por haberme dejado sola mucho tiempo y me decía que me extrañó todo ese tiempo pero que ahora las cosas cambiarían.

Todo sería para bien...

Deseo un futuro para bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario