viernes, 4 de enero de 2013

Ninguno, pero tú

Ahí estaba el pequeño Rubén jugando con su patineta, a decir verdad no era muy diestro como "la tía Juliana", sin embargo él con sus escasos seis años hacía el esfuerzo.

-¿Está bien así? -Preguntó, al intentar realizar un Ollie.

-No, ahí la llevas, pero recuerda que tus pies deben de caer a la altura de las ruedas. -Le dijo aquel hombre de no menos de treinta y cinco, de rostro palido y acabado, el cual estaba leyendo un libro. Alzó la vista y vio la tímida sonrisa de su sobrino. -Ven, vamos a comer.

El niño de seis años dejó su patineta junto a las macetas de la casa, tomó la mano del tío que lo esperaba y juntos subieron los escalones del pasillo de la casa. Era un día como cualquier otro, un poco soleado, un poco nublado, nada fuera de lo común, pero lo que hacía tan especial ese día era el hecho de que por fin irían a ver a su padre, sin embargo, Rubén no lo sabía, hacía tanto que no lo veía, que hasta se le había olvidado como era el rostro del que puso la materia prima, como es que decía su tío Julián.

-¿Qué vamos a comer? -Preguntó impaciente como siempre, el niño.

-Murciélagos y ojos de caballo, con ensalada de pasto bañado con pipí de la Bicha. -Contestó el tío poniendo su mano en la cabeza, tal cual fuera una mesita para apoyarse.

-¡No, ya en serio! -Vociferó el niño haciendo pucheritos.

Julián empezó a reirse mucho, lo miró tiernamente y empezó a hacerle cosquillas, mientras repetía "sí, sí comeremos murciélagos y pipí de la Bicha". El niño reía sin cesar, y no había nada más que lo hiciera feliz a Julián que escuchar esa estrenduosa risa de ese niño al que por tres años había cuidado como si fuera su hijo.

-Tía Juliana, tía Juliana. -Repetía el niño después de reincorporarse ante tanta risa.

-¿Qué niño lleno de mocos? -Contestó con dicultad, el adulto, haciéndose el enojado, para no reírse; "ese cabrón", pensó, y en sus adentros parecía carcajearse.

-¿Me vas a llevar después al parque? -Preguntó el niño dulcemente haciendo ojitos como si fuera un ángelito.

-No. -Se volteó el tío mirándolo de reojo.

-¡Ah! -Gimoteó Rubén.

Pero no era que realmente no lo quería llevar, en parte jugaba y en parte no, era hora de llevarlo con su padre, y era algo que sabía que no podía retrasar. Hace un mes había recibido una llamada en el trabajo, mientras ordenaba unos archivos realmente inservibles, era su hermano, Andrés. Al fin había llegado del extranjero después de la muerte de la mamá de Rubén.

-Está bien Andrés, será como tu dices, aunque en lo personal creo que sería mejor que le dijera que vienes, y así no causarle algún shock. -Dijo seriamente, mientras revisaba que nadie lo estuviera escuchando la conversación.

-Patrañas Julianita, es mi hijo, y obviamente no pasará nada. -Se escuchó una voz muy segura detrás del auricular de Julián, el asintió y después de eso colgó el teléfeno quedandose en seco y pensando que realmente no quería separarse de ese niño.

Julián alistó a Rubén, lo puso muy guapo, lo vistió con un pantalocinto de mezclilla azul y sus tennis más limpios, una camisa nueva de algún personaje que le gustaba tanto mirar en la televisión y lo peinó con sus pelitos parados. También le puso loción y los dos se miraron al espejo sonriendo con satisfacción. Lo cargó y como si fuera súperman lo llevó entre sus brazos hasta el auto, lo subió y le puso el cinturón de seguridad.

-¿A dónde vamos Tío? -Preguntó entusiasmado el niño. -Vamos al parque, anda di que sí.

-No, Rubén, esta vez no podemos porque se nos hace tarde para ir a comer. -Contestó pacientemente mientras se acomodaba en el asiento del conductor. Prendió el auto y salieron de la calle donde está o estába su hogar.

Finalmente llegaron al restaurante donde Andrés los esperaba, estaba él sentado en una mesa al fondo del lujoso lugar, tenía varias bolsas llenas de regalos para su hijo, un telescopio, un auto de colección, un balón de fútbol, ropa, un reloj, y demás cosas que creía Andrés importantes para un niño.

-No tía Juliana, no quiero entrar. -Dijo Ruben al ver a muchos adultos en el restaurante.

-Pero si no entras, no vas a comer. Aparte me dijeron que los murciélagos son buenos para hacer skate. -Sonrió tiernamente Julián.

-¿De veritas? -Preguntó el niño ilusionado.

-No, hahahaha, no comeremos murciélago Rubencín, aquí puedes comer lo que quieras. -Lo cargó y se acercaron a la recepcionista, y el le entregó un tarjetita, la señorita los dirigió hasta donde estaba Andrés.

-¡Rubén, qué grande estás! -Dijo emocionado su papá.

-¿Y tú quién eres? -Dijo confundido el niño. En ese momento Andrés se quedó perplejo y se sentó de golpe, mientras Julián acomodaba al niño en la silla, en eso llegó un mesero y empezó a dejar las cartas.

-Rubén, es tu papá. -Le susurró al oido en lo que Andrés comenzaba a reirse y a decir que era muy bueno el sentido de humor de su hijo. El niño sonrió alegremente, y más se había tardado Julián en acomodarlo que en lo que el se bajaba a abrazar a su papá.

-¿Papá tu me llevarás al parque verdad? -Dijo emocionado Rubén.

-Claro, en otra ocasión, ahora tengo que hablar seriamente con tu tío, ya que tan sólo me quedaré unuas cuantas semanas. -Habló acomodandose el saco el cual Rubén le había arrugado. -Sientate bien hijo. Me da gusto saber que estás grande y guapo como tu padre. -Julián al escuchar eso hizo un bufido casi insonoro.

-Papá ¿de verdad eres tú. por qué me dejaste con el tío Julián? -Preguntó el niño tratando de sentarse correctamente en la silla.

-Pues tengo trabajo fuera de esta ciudad, pero siempre pensé en tí, mira te traje muchos regalos. -Dijo Andrés. -Bien pidan de comer que tengo que regresar al hotel.

-¿Pero no que te ibas a quedar unas semanas, porqué no te vas a la casa? -Intervino Julián.

-No puedo, de hecho es cierto que me quedaré algunas semanas, pero tengo que viajar para preparar algunos asuntos de la empresa antes de que me vaya.

-¿Entonces no me llevarás al parque, Papá? -Los ojos del niño se empezaban a apagar.

-Tal vez hijo, no es seguro, mira, ya llegó tu hamburguesa, cómetela. -Dijo su padre mientras sacaba su celular para contestar un mensaje.

-Tio, ya no quiero comer. -Dijo Rubén por lo bajo. -Ya me quiero ir.

-No podemos, tienes que estar con tu papá. -Dijo animosamente Julián, sin embargo, el sabia que para sus adentros lo mejor era irse y dejar a ese egoísta.

-Mis ilustres jóvenes, lamento informarles que debo de retirarme me surgió algo importante en el trabajo, pero estoy seguro que nos veremos pronto, Rubén cuidate, adiós Julián. -Dijo Andrés mientras recogía sus pertenencias. -Pidan lo que quieran, yo dejaré pagado.

-Andrés, espera. -Se levantó Julián como resorte mientras tanto el pequeño niño los miraba confundidos. -Cabrón es tu hijo, y lo dejas así, de verdad que no tienes madre. -Bajó la voz y se lo dijo entre dientes mirandolo fijamente a los ojos. -Me lo esperaba de los demás, pero de tí, su mamá murió, y tu te largas por el mundo con el pretexto de la empresa, no chingues, el niño necesita de ti, de mi no, yo sólo soy un pobre diablo, el cual jamás será su padre.

-¿Y qué quieres que haga? -Contestó secamente Andrés. -Carajo no sé como ser padre, y al parecer a ti te fascina, soy tu hermano, y ni eso puedes hacer por mí.

-Idiota, sabes que por ninguna persona haría lo que hago por ti. -Y soltó un pequeño golpe en la mesa. Volteó a ver al niño asustado viendolos. Recapacito. -Tienes razón, no lo hago por tí, lo hago por él.

-Ya deja tus cursilerías, luego los voy a ver, o los llamaré, sólo quería caerle de sorpresa a mi hijo, pero como siempre Juliana tiene que alterar todo. -Le dijo mientras hacía ademanes bastante graciosos como si imitara a una mujer. -Nos vemos, chingao.

Salió un poco alterado Andrés del lugar donde estaban, se dirigió a pagar y poco a poco se fue perdiendo entre las calles de la ciudad.

-Tío, yo sé que no eres mi papá, y que ninguno podrá serlo, pero tú, tu eres más que eso. -Soltó unas lágrimitas pispiretas Rubén mientras se apoyaba en la mesa.

-¿Quieres ir aún al parque? -Preguntó Julián mientras lo cargaba para abrazarlo.

-Sí. -Respondió feliz y emocianadamente.


1 comentario:

  1. woooow amo tus blogs :DDD
    me entretienen mucho este me gusto
    sigue asi XDD
    te quiero pequeña

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