miércoles, 28 de junio de 2017

Maligno

Estoy a la coronilla de cualquier pensamiento sobre ti. Hoy tengo tu sabor a tabaco barato, tu olor a sudor extraído de una tarde efímera, aún no me he bañado, tengo miedo de que todo lo que me dejaste se vaya. Cuando tu ya te has ido, y los mosquitos, los malditos mosquitos me recuerdan tu naturaleza de insecto chupa sangre, chupa felicidad, chupa vida. Así eres tú. Y es que caí en la cuenta de que jamás fuiste verdadero, al menos el amor que decías tenerme. ¿Por qué así tan maligno eres?

Seguro me lo advertiste, y yo no quise hacer caso. Creí y confié en ti. Guardé toda mi esperanza en ti. Alojé todos mis sueños, te entregué lo más precioso y preciado de mí, y cuando decidí que ya no estaba bien porque nos estábamos matando, elegiste lo más fácil.

Arruinarme.

Pero, voy a resurgir. Créanlo. Soy mucho más que un mal momento. Y sé que tu lo sabes, tienes el gran conocimiento de que valgo mucho más que todo esto y que toda tu malicia, por eso temes que alguien más me vea, que yo misma lo vea.

Soy un sol naciente.

De mis dedos nace todo aquello que no puedo decir, que no puedo denunciar cuando te veo. Pero hoy, hoy... me di cuenta de lo maligno que eres.

Y por eso, por todo eso, me prometo a mí misma, no volverte a buscar. Jamás en la vida. Ahora tú tienes que hacerlo.

Porque este bello y arrogante sol ya no volverá a iluminar tus días a menos que tu vayas por él. Y si no lo haces, no le importara tanto... porque no hay más ser más bello que el que escribe estas líneas de desahogo, de tristeza, de amor, del todo en el vacío que siempre fuiste tú.

Y aún así, con todo aquello, con todo el mal que representas, con todas las cosas que he optado a hacer por ti, porque por nadie me humillaría más, te amo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario