miércoles, 14 de abril de 2010

Walker

Iba en el auto, estaba pensando que tan aburrida y fea es la rutina, ir a un lugar para que te lleven a otro. Pero, supongo que era cosa del destino, pues volteé y ahí, como algo ya predestinado... estaba él.

No puedo explicar del todo bien que fue lo que sucedió, pero el tiempo retrocedió, y sin parpadear, se detuvo. Al principio no creí que fuera él, pero yo conocía esa manera de caminar, que tiene algo que no me dejan pensar.

Pensé que mis sentimientos se habían guardado en una caja, y que en un día se esfumarían, puesto que ya me había cansado, pero verlo, fue la señal que mi corazón esperaba.

Después de eso me quedé helada. Y volví a hacer algo para sentir su presencia...

1 comentario:

  1. Ay hermanita

    Tu y tus tragedias amorosas...

    Hasta me dan ganas de llorar :(

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