Normalmente todos los días y cada ratito, veo el cielo. Veo los colores grisáceos, los tonos claros y fuertes de un azul que encierra un gran misterio. Y es ahí donde mi mirada confundida se pierde. A lo que quiero llegar, es que le reclamo al clima que me hace mal. Esto es porque me hace recordar lo que una vez fui, y como demonios estoy siendo algo que no esperaba ser. A veces es una sensación buena otras es un malestar conmigo misma y es ahí donde el viento de oro, me da una caricia con su frío ser...
Y me haces mal.
Wind of gold. Ven por mí, aunque me hagas daño, aunque me hagas más sensible...
Y la mirada de la Luna se pierde en el cielo, buscando sin buscar...
ResponderEliminarVendrán otras nubes, otros vientos y lluvias suaves...
Y los árboles y el cielo ya no recordarán lo que pasó...