viernes, 18 de junio de 2010

Y se nubla la vista

Es mi hermana que está sola, es ella que está un poco loca. Se sentó en una esquina y empezó a fumar, uno tras uno. Hasta que llegó un tipo, y le dijo "ya basta, te destruyes a ti misma".

-Realmente no me importa. -Dijo mi hermana.

-Vale. -Se quedó mudo el chico.

Mi hermana es una chica que le encanta estar metida en problemas, supongo que así es su modo de vivir, y así eso, la hace feliz. En ese momento no dudó preguntar quien era aquél que la había privado de su vicio.

-Jesús. -Respondió aquél.

-Norma. -Dijo ella prendiendo otro tabaco.

Hablaron esa tarde muchisímo, ella le contó la razón del porque tan freneticamente estaba consumiendose así misma. Él calló, se quedó pensando, y empezó a hablar de sus propias experencias en la vida.

-Eres más pequeño que yo, no entiendo nada. -Respondió Norma.

-Es porque tu ya vives en otro mundo. -Razonó el chico.

Norma le contó acerca sobre su antigua relación y los por qué de sus errores. Él la miraba atentamente a los ojos, ella se inmutaba un poco entonces sacaba más su cigarrillo para alejar esa mirada. El tipo era alto, moreno, y nada atractivo. Norma solo necesitaba ser escuchada. Así que seguía hablando.

-Pienso yo, que deberíamos conocernos más a fondo. Tú sabes... pues yo estoy solo, y también necesito una chica, y tu eres alguien especial, lo veo en tu mirada.

Ella rapidamente volteo y prendió otro cigarrillo, fumó y sacó el humo.

-No, la verdad no me gustas, y ya tengo a alguien a quien mirar. -Fue una respuesta fría y bastante descortés, para ese que la había escuchado hablar.

-Bueno tan solo déjame besarte. -Dijo él.

-No, debo de irme. Adiós. -A Norma se le nubló la vista... y aún así seguía caminando. Tenía miedo, y ese frenesí por aquél que sin conocerla le dijo que la quería.

Cuando llegó a casa fue a verme, subió a mi habitación mientras yo estaba junto con mi novia.

-¿Norma estás bien? -Dijo mi novia -muy linda por cierto- al verla tan pálida.

-No, realmente todo da vueltas. Adrian... ve por mi medicina. -Sollozaba...

Corrí hacia su habitación mientras mi chica la sostenía en sus brazos.

-Ten, ya deja de fumar, te haces mal. -Dije enojado.

-Lo siento, pero esto me salvó de un mal infortunio. -Dijo incorporandose.

-Ahora sé lo que sienten los chicos a los que me les acerco, y les pido una cita. -Dijo riendose...

-Tonta, ¿pero de qué demonios hablas? -Abrazé a mi novia.

-Ese chico, el moreno, el que vive en la calle de la tienda de doña Refugio, me pidio salir con él, cuando no sabía ni mi nombre. Me da miedo. -Dijo ella carcajeandose.

-¿Pero... es muy buen chico? ¿Por qué debió fijarse en tí? -La miraba a los ojos.

-Por que soy diferente a su mundo. -Y se desvaneció mi hermana, aquella había muerto.

En memoria a mi tía Norma, que hoy murió.

2 comentarios:

  1. El cuento me hizo bolas, la verdad no entendi que onda, pero bueno, al menos tu tía ya esta en un lugar mejor. QEPD

    ResponderEliminar