martes, 1 de junio de 2010

Hysteric

Y ella estaba bañandose, cuando escuchó el mensaje que alguien había dejado en la contestadora. Lucy se sorprendió al escuchar la voz que se emitía, estaba totalmente segura, que él había entendido el mensaje, y la había dejado atrás. En el olvido, como ella le había pedido que así fuera.

-Lucy soy yo, necesito verte. Por favor habláme. -Dijo la voz a través de la contestadora.

La menina repitió una y otra vez el mensaje, pues aún no podría creer que después de seis meses, de constante lucha para no hablarle, no investigar sobre su vida, y no tener vínculo con él. Allan tuviera que buscarla, para necesitarla ver.

Así que mientras se alistaba para tener otro día rutinario de trabajo, tomo el telefóno celular, y buscó el número de aquél. Era fácil y rápido puesto que las A van al principio. Dudo antes de marcar, pues incluso hasta lo mensajes que tenía de él los había borrado, realmente le había hecho mucho daño. Y ahora, la volvía a buscar ¿para qué? se preguntaba Lucy con cierto miedo en la mirada.

-Hola. -Dijo Allan.

-Hola. -Lucy no tenía ninguna emoción, parecía como si fuera un zombie.

-Me alegra que me hayas hablado, en verdad. -Dijo feliz Allan. -¿Tienes tiempo?

-Pues ya iba para la galeria, pero supongo que pueden esperar más. -Su voz ahora era la que no mostraba alguna expresión.

-Bien, pues paso a tu casa en diez minutos. -Colgó.

Lucy se había quedado un tanto extraña de si misma, ¿por qué no muestras lo que en verdad sientes, aunque sea contigo misma? La respueta era que en verdad no sabía que sentía, era como una melomana euforia y a la vez histeria.

Lucy y Allan se habían conocido un tarde de verano, a las afueras de la ciudad, de hecho el que empezó a hablar fue Allan, ella estaba tan solo sentada en las orillas del mar intentando dibujar las olas con sus dedos.

-Necesitas un lápiz. -Dijo Allan por atrás de ella.

-Pero si tuviera un lápiz, también necesitaria una hoja. -Lucy no volteó.

-Entonces dibuja en mi, yo quiero ser tu lienzo. -Su sonrisa era cálida. Entonces Lucy volteó, y como una cámara que necesita luz, usa el flash, aquella chica se enamoró.

Regresando a la casa de Lucy, él ya había llegado, con un ramo de rosas. Tocó a la puerta, y Lucy de inmediato abrió.

-Sorpresa. -Dijo él.

-Gracias. -Estaba intentando hacer su mejor sonrisa. ¿Rosas, qué es idiota? Tantas veces se lo dije, no me gustan. Pensaba mientras llevaba las inocentes de su histeria a un florero. -¿Quieres pasar? -Dijo ella por detrás.

-Ah claro.

-¿Por qué las flores? -Dijo mientras las acomodaba.

-Porque hace dos años que nos conocemos, entonces pensé, es justo que le lleve algo. -Dijo como si estuviera orgulloso de eso.

-Ah, disculpa y no tengo nada para tí, es más no lo recordaba. -Realmente parecía un zombie, pues si eso hubiera pasado hace seis meses, ahora estuviera con una mirada triste y culpandose por no haber acordarse.

-¿Qué te pasa? Siento que mi Lucy ya no es la misma. -Dijo Allan triste.

-Ah, ¿de veras? lo siento. -Ella se dirigía a la cocina a preparar unas tazas de té.

-Si, eres un zombie. -Dijo él moviendose como tal y haciendo muecas. Pero aún así ella no se rió, es más ni siquiera se molesto en mostrar una sonrisa falsa. -También vine a pedirte perdón. -Sus ojos mostraban una parte cristalina, algo se había roto, y algo tenía que salir. -Fui un verdadero tonto, todas las cosas que hice... disculpame.

-¿No crees que es demasiado tarde? -Dijo ella tranquilamente mientras le entregaba la taza.

-Si, pero no me dí cuenta... hasta que te alejaste de mí, que verdaderamente tu eras la que movía mi mundo. Y mi mundo se está cayendo a pedazos. -Dijo él mirandola a los ojos, pero los ojos de Lucy no mostraban nada.

-Ya veo, lo siento Allan. -Dijo ella esquivando la mirada.

-¿Te puedo pedir algo? -Dijo él cabizbajo.

-¿Qué es? -Sorbía el dulce sabor de la infusión.

-No te alejes más, sé que no será lo mismo, pero... realmente necesito verte, no solo hoy, sino mañana y pasado, y todos los años que me queda de vida. Aunque tu no me quieras, aunque no estés para mi. -Dijo él tomandola de las manos. Entonces... su histería salió y lo besó.

Fin.

3 comentarios:

  1. Vaya, los giros que da la vida, es eso o yo la verdad no entendi

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  2. Simplemente, la tipa quería mostrar su verdadera histeria por él, creo que no pudo haber sido mejor

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  3. Que onda con Lucy...

    Pobre, seguramente estuvo sufriendo todo ese tiempo, soportando dentro de ella esa histeria...

    Pero bueno, por lo menos al final pudo expresar lo que sentia. Que envidia le tengo...

    Ah, y gracias por las porras hermanita, tal vez un dia de estos le pregunto como se llama a la chica de la papeleria jejeje

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