Sí, normalmente los Lunes me siento Azul, pero curiosamente hoy, no me siento de ese color, me siento Lila, -o tal vez se deba a que mi pijama es de ese color-.
Las razones del porque me siento Azul son:
- Es un color que a todos gusta.
- Los ojos de alguién a quien quiero son de ese color
- Me gusta el Azul
- El Azul me inspira a mirar la vida un poco más tenue -más limpia-
Pero no entiendo porqué hoy me siento Lila. Creo que podría ser que no es ni Rosa ni Azul, así que estoy en medio de ese color o ese animo, otra de mis tontas teorías es porque he estado escuchando mucho a la señorina Lila Downs -escuchen de ella Paloma Negra(snif)-, y por ultimo les dejaré un cuento... Adivinen como se llama, ja!
Lila
Azul era una chica bastante tranquila, demasiado para mi mal gusto, ella solía escuchar música en las tardes, y por las mañana ir al colegio como muchas chicas de su edad. Sus ojos eran azules de ahí es su nombre Azul, a veces le molestaba llamarse así por las típicas bromas que le hacían sus amigas cuando ella les explicaba que todo iba mal con su novio Omar, "es hora de que te hagas la difícil, si quiere el azul celeste que le cueste, hahahaha ¿entendiste Azul?" o la típica que le hacían los chicos "Azul ¿en dónde déjaste a Rosa Melcacho?". Creo que sí a mi me hicieran ese tipo de bromas me pondría a maldecir mi nombre.
Omar como ya anteriormente mencionado, era el chico que le quitaba suspiros a la chica Azul, era un chico alto, moreno y bastante aburrido ya que solo le gustaba hablar de libros de psicología y todo su vida se basaba en el criterio de Sigmund Freud "The ordinary man knows only one ‘truth’ – truth in the ordinary sense of the word." Aún no entiendo que es lo que Azul le vió a este chico Freudista.
"¿Lila es tu nombre no? él de repente le dijo a Azul un día de Enero en el atardecer a la hora del receso.
-No. -Dijo Azul molesta.
-¿Entonces como te llamas? -Preguntó él.
-No te hagas el tonto conmigo, ya me cansé de las bromitas, anda dejame. -Dijo Azul mientras daba la vuelta para irse.
-No, espera, ¿de qué cosa hablas? -Le tomo la mano y la detuvo.
-¿Y tu a qué te refieres cuándo me dijiste Lila? -Dijo muy enojada.
- A que tus ojos en el sol se ven de ese color. -Omar lo dijo de una manera tan seria que Azul se asombró y le creyó.
-Ahora de qué color se ven mis ojos. -Dijo Azul en la sombra.
-Azul. -Dijo el pasmado.
-¿Con quién tengo el disgusto? -Dijo Azul riendose.
-Omar. ¿En verdad así te llamas? -Perplejo preguntó.
-Sí.
Pasaron los días, Azul y Omar se hicieron buenos amigos, de ahí él le confezó que la primera vez que le habló fue porque sus ojos le habían hipnotizado y que no se había equivocado al ver que era especial, porque estaba muy enamorado de ella. Entonces ella lo besó, y fue así como ese bonita amistad se fue al decline con un noviazgo.
Pasaron las horas de ese Lunes en el que Azul estaba muy decidida en cortar al chico aburrido, hasta que él llegó con algo que parecía imposible. Una rosa Lila.
"No sé que demonios pasa Azul, pero de todo peleamos y se me hace tan tonto, tan poco maduro, lo mejor será yo creo, que nos separemos, te regalo esta rosa Lila para que no olvides el porqué seguiré enamorado de tí" y con esas palabras Azul comenzó a llorar hasta que ese Lunes se acabó.
Lila, Azul u otro color no importa, el amor que se sienta para sentirse cobijado y vivo.
Fin.
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